Se espera que las obras del viaducto Belisario Salinas sean entregadas este jueves, a partir del 30 de abril de 2022 la empresa entró en periodo de mora hasta la recepción provisional de la construcción.
El viaducto Belisario Salinas, cuya conclusión de trabajos se espera para mañana, tiene 135 metros de longitud y está conformado por una sección cajón de hormigón armado, con un ancho promedio de 4,30 metros. Por dentro se construyó un espacio de parada para emergencias de 5,30 metros y una longitud de 25 metros, ante cualquier desperfecto mecánico que sufriera algún vehículo, según reporte de la Secretaría Municipal de Infraestructura Pública (SMIP).
El proyecto fue diseñado y planificado para reducir de 10 a dos minutos el tránsito entre la intersección de la Av. Arce y la Av. Sánchez Lima a través del viaducto y, de esta manera, unir Miraflores con Sopocachi Alto, dado que los vehículos que circularán por el puente gemelo harán la conexión a través de esta vía.
“A partir de la apertura de este importante proyecto lo que se estima es que los tiempos de cruce desde Miraflores hasta Sopocachi van a ser optimizados porque en la Av. Arce vamos a tener un paso directo, es decir que a partir del puente gemelo vamos a poder ingresar directamente a la Belisario Salinas”, informó ayer el titular del SMIP, Boris Bacarreza.
La obra se inicia en la calle Hermanos Manchego y sale a la Av. Sánchez Lima (Sopocachi). Contempla la construcción un viaducto subterráneo de un carril y una vía a nivel, sobre la calle Belisario Salinas, a fin de mejorar la circulación vehicular hacia las zonas Sur y Sopocachi, y optimizar la transitabilidad de los habitantes de los macrodistritos Centro y Cotahuma.
Entretanto, la vía a nivel por encima del viaducto Belisario Salinas ha sido ejecutada mediante la conformación del paquete estructural y pavimento rígido de 22 centímetros de espesor, misma que cuenta con señalización horizontal y vertical, cunetas y cordones de acera.
Se implementó un sistema de alumbrado público con luces Led, alumbrado peatonal y decorativo a nivel de pisos. El viaducto cuenta con un sistema de iluminación inteligente y luminarias de emergencia ante cualquier contingencia.
La orden de proceder para el inicio de obra fue emitida el 4 de abril de 2020. Sin embargo, al menos tres factores influyeron en los retrasos. Inicialmente, la declaratoria nacional de cuarentena rígida por la pandemia del covid-19. Del 22 de marzo al 24 de junio de 2020 la obra estuvo paralizada. Al día siguiente (25 de junio) se emitió la instrucción de la reanudación de obras, implementando las medidas de bioseguridad de acuerdo a disposiciones gubernamentales como el distanciamiento social y el uso de barbijo, pero el avance de trabajos fue menor al programado, lo que dio lugar a una ampliación de plazo.
Otro factor de retraso se debió a que Epsas no aprobó oportunamente los planos y el diseño de los sistemas de agua potable, alcantarillado sanitario y pluvial. El Gamlp inició las gestiones el 14 de abril (paralelamente al inicio de la etapa de contratación de obras) de forma provisoria para que los tiempos que tome esta empresa coincidan con la ejecución de las obras, lamentablemente estas aprobaciones demoraron, publicó AMUN.
La aprobación se recibió recién el 17 de diciembre de 2021 y tuvo que pasar 978 días calendario para tener luz verde por parte de Epsas. Finalmente, desde noviembre hasta marzo de 2022 las lluvias ocasionaron inconvenientes. Con las recientes aprobaciones de Epsas y con los efectos de las lluvias se necesitaron cuatro meses adicionales para la conclusión de la obra. A partir del 30 de abril de 2022, la empresa entró en periodo de mora hasta la recepción provisional de la obra.