“Decirle a la población que está garantizado hasta la gestión 2023, a principios de febrero para La Paz y para El Alto, como no está conectado, tenemos la reserva hasta fines de marzo y principios de abril, si no lloviera y tenemos la fe de que sí va a llover”, aseguró la autoridad.
Detalló que en la urbe alteña hay dos redistribuciones, una en la zona este y otra, en la oeste, además, se trabaja en que todas las represas (10) tengan conexión entre ellas y de esa manera se pueda suministrar el líquido elemento.
Explicó que tras una inspección a las represas de La Paz, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) reportó que las lluvias se registrarán a finales de este mes, por lo que los caudales en las represas ascenderían.
“Con la firma y el convenio que hemos tenido con el Senamhi están los pronósticos que esta última semana de noviembre ya va empezar las lluvias, todo diciembre enero y yo creo que nos acompañará hasta febrero de 2023”, acotó.
Entre otras medidas que se asumen está que se perforarán tres pozos adicionales y también la firma de un convenio con la comunidad de Palcoma para conducir 150 litros por segundo de agua hacia la planta de tratamiento de Pampahasi.
Apuntó que para garantizar agua durante 2023, para la urbe paceña, inmediatamente lleguen las lluvias, se bombeará desde Huayllara, que es por la entrada hacia Yungas, donde “tenemos hidroeléctricas de gran capacidad que costó 100 millones de bolivianos” hasta llenar las represas; primero, Estrellani que es en la cumbre, que está conectada a Incachaca y ésta última, a su vez, a Pampahasi.
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Crédito: El Diario.