El trabajo de los jóvenes artistas fue efectuado en el frontis de dicho escenario deportivo y la parte lateral que se encuentra en la avenida Naciones Unidas, que une ambas ciudades.
“Esta es una ampliación de lo que ha hecho la ciudad de La Paz (pintar fachadas), porque ahora nos estamos hermanando con la ciudad de El Alto; es una iniciativa que ha logrado pintar un centro (Multifuncional), que está en el límite de las dos ciudades”, indicó Arias.
El mural fue pintado con el auspicio de la (ONU) y forma parte de los festejos por el aniversario 76 de este organismo internacional. La obra representa un espacio de confraternidad, paz, solidaridad y encuentro entre jóvenes de ambos municipios, en la celebración de los principios universales de las Naciones Unidas.
Entre las imágenes que pintaron los artistas, se observa a la casera que vende choclos, peras y otros alimentos, quien además en lugar del sombrero característico de la chola paceña utiliza un gorro de lana; de la misma forma se leen frases de unidad: “Todos somos uno” y “Cuidar la Pachamama es nuestro reencuentro”.
El mural tiene 30 metros de largo y es una obra de arte urbano, la entrega se hizo con un recorrido y explicación de cada una de las obras que fueron pintadas. Además, los jóvenes dialogaron con las tres autoridades invitadas, sobre la pintura y otras actividades relacionadas con la cultura.
Por su parte, la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, mostró su satisfacción de poder presenciar una actividad cultural de arte y pintura, donde se pudo mostrar la unidad de dos ciudades a través de esta actividad, además efectuada en un sitio estratégico que une a ambas ciudades como es la avenida Naciones Unidas.
El pintado del mural estuvo a cargo de Norka Paz, una artista muralista, ilustradora boliviana, y con la colaboración de jóvenes artistas de La Paz y El Alto, donde plasmaron un mensaje que represente la unión entre las dos ciudades.
El Multifuncional Heriberto Gutiérrez se encuentra en la Ceja de El Alto, al final de la Av. Naciones Unidas, antigua carretera que conecta a La Paz y El Alto. En esos ambientes se realizan encuentros deportivos y actividades estudiantiles, constituyéndose en uno de los primeros escenarios deportivos de la urbe alteña.