En un mes, Bolivia registró nueve crímenes en tres departamentos. Todas las víctimas fueron asesinadas a balazos, en diferentes circunstancias. Los tres últimos asesinatos se dieron entre el sábado y el jueves, en las ciudades de Cobija y Santa Cruz. Ninguno de todos los hechos fue esclarecido.
El más reciente hecho de sangre se dio el jueves, cuando el ciudadano brasileño Pedro Gómez fue acribillado en el interior de un vehículo de servicio público, con matrícula brasileña, en el que estaba de pasajero. Este crimen se dio cerca de la Región Militar, en la plaza del barrio Conavi, en el centro de la capital pandina.
Testigos del crimen narraron que dos sicarios armados, a bordo de una motocicleta, que perseguían al automóvil de servicio público, lograron alcanzarlo. Luego, uno de ellos bajó de ese vehículo para disparar contra Gómez.
El miércoles, se registró otro crimen en el mercado La Ramada de la ciudad de Santa Cruz, donde Mario Carrasco (20) fue atacado por un hombre conocido como “La Oveja Negra” y recibió el impacto de una bala.
El disparo del arma de fuego se dio luego de una discusión. El atacante huyó del lugar, mientras que Carrasco permanecía con vida, pero llegó a fallecer en una clínica privada a causa de una bala que había quedado dentro de su boca.
El otro crimen se registró a las 20:30 horas del sábado 16 de julio, también en Cobija, donde José Pedro Polanco Aguada (29) fue acribillado con cuatro disparos. Este hecho se dio en el populoso barrio Castañal.
La víctima fue llevada a un centro médico, pero llegó sin signos vitales, pues había recibido los impactos de bala en el pulmón, el corazón, el glúteo y en el ojo derecho.
Estos dos hechos son investigados por efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y aún no se tiene una hipótesis sobre los móviles.
Estos crímenes se suman a otro que se dio en el trópico de Cochabamba el 30 de junio, cuando los jóvenes cruceños Carlos Alfredo Callaú Rocha (33), Álex Heriberto Aguirre Lince (31) y Darwin Fabián Antelo Chávez (27) fueron asesinados luego de haber tomado un vehículo presuntamente para ir a desayunar.
Los cadáveres de estas tres personas fueron hallados en un automóvil Toyota Probox, blanco en Villa Victoria, a dos horas de la localidad de Ivirgarzama.
La Felcc investiga este hecho y apunta a móviles por narcotráfico. En este caso detuvo al chofer del vehículo en el que fueron encontrados y al padre de esta persona, mientras que busca a otros familiares que también estarían implicados.
En allanamientos realizados a viviendas de los presuntos autores del hecho, la Policía encontró sustancias controladas, lo que hace prever que los móviles del crimen eran por narcotráfico.
El otro hecho de sangre se dio el 21 de junio, cuando los policías Alfonso Chávez Flores y Eustaquio Olano, junto David Candia, voluntario del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip), fueron ejecutados a balazos en el municipio de Porongo, en circunstancias aún no esclarecidas.
En la investigación de este hecho, por el delito de asesinato, la Policía logró aprehender al principal implicado, Misael Nallar, quien es yerno del narcotraficante Einar Lima Lobo.
Por este crimen Nallar fue enviado al penal de Chonchocoro, con detención preventiva, mientras que Rodrigo Gonzáles Arrázola fue encarcelado en la cárcel de El Abra y Esteban Beltrán Muñoz, en Palmasola. (Brújula Digital)