El Día Mundial del Autismo se recordó ayer, fecha que concientiza en que entender y comprender a los niños y adolescentes con Trastornos de Espectro del Autismo (TEA) y a sus familias es esencial para que sientan que forman parte de una sociedad que los respeta.
La Red Boliviana de Padres de Personas con Autismo estima que en el país existen alrededor de 40 mil personas con este diagnóstico. El derecho de acceso a la educación y la salud en un ambiente seguro para los niños con autismo es una de las tareas pendientes del Estado. Además de proporcionar apoyo a las familias para sobrellevar esta situación.
Muchas familias tras recibir el diagnóstico de que su hijo posee capacidades de aprendizaje distintas a las de los demás, sufren una viacrucis desde la inscripción, búsqueda de colegios, aceptación en los mismos, docentes sin experiencia en estos casos, directores reacios a recibirlos, compañeros y padres que no conocen nada acerca del tema, escazas fundaciones públicas para tratar con terapia, es solo la punta del iceberg de la gran falta de espacios de inclusión para el que sufre de esta condición. En Santa Cruz existen 10 centros que brindan atención y diagnostican el autismo.
La Comisión de Desarrollo Autonómico de la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz presentó el proyecto de Ley para la Protección y Atención de los Derechos de las Personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA), con la finalidad de que estas personas sean tomadas en cuenta en el próximo Censo de noviembre.
El objeto de esta norma es establecer políticas públicas departamentales, que garanticen a las personas con autismo sus derechos en cuanto al acceso a educación, salud, reinserción en el tema laboral y social, debido a que no existe un centro de atención público y no existe capacitación destinada a los educadores y personal de salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos del espectro autista (TEA) son un conjunto de trastornos del desarrollo, de origen neurobiológico, que se manifiestan en los tres primeros años de vida.
Actualmente se incluyen dentro de esta categoría el trastorno autista, síndrome de Ásperger, trastorno generalizado del desarrollo no especificado, trastornos desintegrativo infantil y el síndrome de Rett.
SÍNTOMAS, ¿CÓMO
DETECTARLOS?
El trastorno autista debe manifestarse antes de los tres primeros años de la vida.
El diagnóstico de autismo se basa en tres pilares sintomáticos: el desarrollo anormal o deficiente de la interacción social, la existencia de problemas en la comunicación (que afecta al lenguaje) y un repertorio restringido de los pacientes a actividades consideradas normalmente cotidianas.
SU PERSONALIDAD
Los niños con trastorno autista suelen tener unos patrones de comportamiento, actividades e intereses restringidos, estereotipados y repetitivos. Los intereses se limitan mucho y los pacientes se preocupan de forma obstinada por actividades muy restringidas: pueden alinear una y otra vez los juguetes de la misma forma, o imitar repetidamente un tipo de comportamiento.
Un niño autista de poca edad puede presentar una rabieta, ocasionada por cambios mínimos en el ambiente, como puede ser el orden de sus juguetes o la colocación de una cortina nueva en su habitación. Pueden mostrar actividades inflexibles, en forma de rutinas y rituales no funcionales, como seguir la misma ruta siempre en la casa o para ir al colegio.
También pueden presentar estereotipos corporales, como aletear las manos o golpear repetitivamente en la mesa con un dedo; ritmos motores, como balanceos del cuerpo, inclinarse o mecerse; y trastornos posturales, como andar de puntillas o adoptar posturas extrañas del cuerpo o de las manos.
Al respecto, la especialista del Centro Terapéutico Integral Neurosensory, Silvia Eugenia Antelo Pinto, afirmó que el autismo si bien es una discapacidad social, no todas las personas autistas tienen deficiencia intelectual.
Agregó que en Santa Cruz aproximadamente existen 10 centros donde se trata esta discapacidad, pero esta cantidad no es suficiente.
Al ser consultada sobre cómo debería tratar la familia y el entorno a una persona con esta condición, dijo que primero se debe hacer que la familia y la comunidad tome conciencia. “En nuestro país hace falta muchísima información sobre estos casos y formación a maestros, médicos y a la sociedad en general acerca del tema”, sostuvo.
Al ser consultada sobre cómo se trata el autismo dijo que lo primero es realizar una evaluación con pruebas psicométricas, una de las más importantes es el conocido como ADOS y la otra es ADI-R. Finalizó indicando que la única forma de trabajar esta discapacidad es a través de terapias cognitivas conductuales. (Santa Cruz, Ahora Noticias)