A diferencia de otras regiones como Santa Cruz, donde el Gobernador es un funcionario que interpreta las ideas y pensamiento político regional, en La Paz la presencia del Gobierno Municipal y del gobierno central atenúan la importancia del Gobernador, debido probablemente a que los electores en el departamento de La Paz acudieron por primera vez a una segunda vuelta y a que ninguno de los candidatos que fueron al balotaje conquistaron a los paceños.
El abogado y analista político Paul Coca manifestó que el ausentismo en el departamento de La Paz se debió a tres factores: El hastío por elecciones seguidas; apatía de los electores porque piensan que su voto no sirve. A ello agregó la falta de propuestas dirigidas a conquistar al electorado.
Coca advirtió que el electorado boliviano está cansado de acudir a las urnas, que se traducirían a una vez por año, desde el 2014. Recordó que en ese año hubo elecciones generales; luego en 2015 las justas subnacionales con segunda vuelta en los departamentos de Tarija y Beni; y finalmente se efectuó el referéndum por estatutos autonómicos.
“Del 2015 en adelante, en varios municipios de Bolivia hubo elecciones por las cartas orgánicas municipales, el 2016 fue el referéndum, cuyo resultado no se cumplió. En 2017 se desarrollaron las elecciones judiciales, y en 2018 fueron las elecciones primarias”, dijo.
El siguiente escenario fueron las elecciones nacionales de 2019, las que se anularon. Casi de inmediato, en 2020, las elecciones generales que otorgaron la victoria a Luis Arce.
En 2021, se realizaron las elecciones subnacionales, y las de ayer con cuatro departamentos que fueron al balotaje, recordó.
Otro aspecto que Coca destaca como razón para que los electores no hayan acudido a las urnas es que la gente advierte que su voto no es tomado en cuenta, a lo que se agregan las disputas políticas entre autoridades y las frecuentes denuncias de corrupción que van es ascenso.
“La gente piensa que el voto ya no sirve”, una percepción que es mala, considerando que “el voto en Bolivia es obligatorio”, dijo.
Otra hipótesis que Coca plantea es que los dos candidatos que fueron a balotaje en La Paz, no convencían con sus propuestas a una buena parte del electorado.
“No llegaron a convencer a sectores de clase media porque ninguno pidió el voto; no tuvieron la intención de hablar con esa clase media. Ambos se enfrascaron en sus posturas y al ver que ni Jallalla ni el MAS ofrecían algo para ellos, evitaron ir a las urnas”, apuntó.
Coca explicó que de acuerdo a normativa el Padrón Electoral para el balotaje no se modificó, y lo que se tendría que ver es la cantidad de ausentismo de la jornada de ayer respecto al 7 de marzo, tomando en cuenta que es la primera vez que el departamento de La Paz va a una segunda vuelta.
Otro apunte del abogado es que el Tribunal Supremo Electoral no hizo una buena publicidad o difusión de la segunda vuelta ya que había mucha desinformación y ante ello muchas personas pensaron que el voto no era obligatorio.
La elección de ayer fue solo para el gobernador e independientemente de los resultados –dijo Coca– el MAS tiene presencia en las nueve asambleas departamentales, lo que significa que el gobernador que sea va a tener que negociar también con el MAS.
“Después de las elecciones hay que hablar de la reactivación económica, del tema de autonomía en varios departamentos como La Paz, que no tiene su estatuto autonómico, tenemos que empezar a hablar de pacto fiscal y la redistribución de recursos económicos, mesas de trabajo de acuerdo al pacto fiscal, se viene un censo y hay que ver cuál va a ser la postura del gobernador, por ejemplo, para reclamar la coparticipación por una parte, y ,por otra, la redistribución de escaños -congresales- que no se hace desde el 2005”, previo un censo, apuntó.
El politólogo Diego Ayo dijo que son tres los factores que pudieron influir en la ausencia de electores en la segunda vuelta del departamento de La Paz. El desconocimiento de una segunda vuelta; que ninguno de los candidatos los convenció y por un cierto grado de temor por la presión gubernamental y la judicialización de la política.
“La primera hipótesis es que no sabemos ir a una segunda vuelta; está fuera de nuestro ‘chip’ electoral. Hay una percepción de que se vote por uno u otro candidato da igual, ese es un punto crucial ya que si voto por Pedro o Juan, da exactamente lo mismo”, dijo.
Explicó que una tercera hipótesis es que hay un cierto grado de temor por la presión gubernamental, la judicialización de la política que se evidenció con la detención preventiva de la expresidenta Jeanine Añez.
“El rebrote electoral tan básico, tan incipiente, ha sido como recomenzar de cero, la gente no se esperaba esa actitud tan brutal. En todos los departamentos hay menor votación que el 7 de marzo y eso también es por el cansancio de la gente; hay desconocimiento y hay especificidades de cada candidato, nuestro caso es evidente, en ciertos sectores sociales y ciertos barrios había una frustración ante los candidatos”, apuntó.