De acuerdo con los datos de la municipalidad alteña, un 40% de la papa se va al consumo, semilla o forraje; 30% a la comercialización local; y el resto, 30%, para la elaboración de chuño y tunta.
En el caso de cebada y avena, el 100% se va a consumo de las familias productoras. “Tenemos como potencialidad el cultivo de papa, cebada y avena que hay en los cuatro distritos rurales; desde el municipio de El Alto se está apoyando a los agricultores para fortalecer la producción y su economía”, afirmó el director de Agropecuaria y Seguridad Alimentaria, Chairshiño Choque. Dijo que periódicamente dan soporte técnico y dotación de abono a las familias productoras.
Los agricultores comercializan sus productos a un precio económico con relación a los mercados de la urbe paceña, directamente en la tradicional feria 16 de Julio y otras similares que se efectúan en cada distrito.
Choque explicó que la preparación de la tierra comienza en septiembre, en octubre siembran y mientras las semillas brotan, se debe aporcar el cultivo y fumigar las plantas. En tanto, entre marzo y abril es la temporada de cosecha. En junio, cuando llega la helada se produce el chuño y la tunta, derivados de la papa que tienen un alto valor nutricional.
Choque sostuvo que impulsan las ferias productivas en beneficio de los productores. El Gobierno Autónomo Municipal de El Alto trabaja en un proyecto para ofrecer papa al mercado nacional en una primera fase, es un plan que los técnicos ya están difundiendo con los subalcaldes de cada distrito rural y los agricultores.
Explicó que en los distritos urbanos producen papa y otros granos en cantidades menores. “Podemos destacar la producción de papa y cebada en el distrito 7, 8 y 12, no hacen la siembra en hectáreas, pero si en sus lotes para el consumo y el raleo”, comentó.
En El Alto también producen 30 hectáreas de alfalfa, el 100% se va a consumo interno. El 2 de septiembre, con la finalidad de potenciar la producción agrícola en los distritos rurales 9, 10, 11 y 13 de El Alto se beneficiaron con seis toneladas de urea, fertilizantes y otros insumos. La Alcaldía invirtió 100.000 bolivianos en la dotación.