Según las costumbres, hoy al mediodía los alteños recibirán a las almas de sus seres queridos que partieron al más allá, para esta ceremonia alistan una mesa con panes especiales, comida tradicional, velas y flores, como muestra de bienvenida.
Muchas familias alistan sus mesas con todos los alimentos que le gustaba a su ser querido fallecido para quien una vez al año ponen en una mesa todo lo mejor y de esta manera estar junto a ellos durante varias horas, reunidos en medio de rezos y recuerdos.
De la misma forma, durante este tiempo hacen rezos en memoria de las almas que un día partieron al más allá, por lo que este día 1 de noviembre es muy esperado con la idea de que sus espíritus llegan al hogar donde un día vivieron junto a sus seres queridos.
Las familias preparan mesas o altares llenos de panes dulces, más conocidos como “t’antawawas” o “t’antachachis”, de pan que representan al hijo o persona mayor que falleció, junto a comida y bebida que eran del agrado del difunto, junto a una fotografía acompañada con velas y flores.
También hay panes en forma de escalera, que según las creencias son para que bajen las almas, un caballo en el que llegan hasta el lugar donde un día fue su hogar, todos hechos en pan.
Desde que llegó la pandemia al país, las mesas de los difuntos se ha convertido en infaltable la presencia de t’antawawas con barbijo, en honor a quienes fallecieron durante la época de la pandemia del coronavirus.
De esta manera, las t’antawawas llevan caretas hechas con barbijo, donde los fallecidos a causa del covid-19, médicos, enfermeras, policías y ciudadanía en general, son recordados de esta forma.
Los alteños continúan conservando las antiguas costumbres que trajeron de sus lugares de origen y se niegan a adoptar otras que hagan variar lo que aprendieron durante su infancia cuando sus padres preparaban las ceremonias para recordar a sus ancestros.