“¿Sabías que Luis Revilla e Iván Arias fueron vecinos de City Sate?”, escribía Julio Álvarez, administrador de la página de Facebook, “Yo Amo City Sate”, grupo de más de 7 mil vecinos de ese barrio que une a El Alto y La Paz, en lo que se conoce como la zona de “las antenas”.
Los recuerdos salen a flote en los comentarios y los vecinos destacan a Revilla y Arias como dos personajes que supieron lograr objetivos dentro de la sociedad boliviana.
@VisorBolivia conversó con el economista Sergio Mariño, quien radica en Cochabamba, y que en su juventud fue compañero de aula de Revilla, cuando ambos cursaban primaria en el colegio Bolivian Catholic.
Mariño destaca del alcalde saliente de La Paz, su ímpetu por superarse cada día y lograr objetivos mayores. A su entender, Revilla siempre quiso llegar a ocupar un alto cargo público.
Revilla vivía en el plan 220 y calle 5, específicamente a un costado del colegio fiscal Héroes del Pacífico y su casa era de las más atractivas en la zona, por su diseño diferente.
Mariño también recuerda con cariño a “Oso”, el fiel compañero canino de “Luchi”, que siempre lo protegía y era el “terror de la cuadra”. Cuando el perro color negro murió, Revilla quedó muy afectado por la estrecha relación que tuvo con su mascota.
A su vez, el alcalde electo de La Paz, Iván Arias, fue vecino del plan 405 en la calle 6. Los vecinos recuerdan con aprecio a la madre del analista, doña Julia Durán. También se lo recuerda en el barrio por el primer edificio que probó colocar un supermercado familiar en la conocida avenida del Policía.
El “Negro” estudió en la unidad educativa Vicente Donoso Torres, pero también los miembros del grupo “Yo Amo City Sate” aseguran que cursó en el colegio Puerto de Mejillones, hoy convertido en un destacado instituto tecnológico de la urbe alteña.
Ciudad Satélite se fundó un 29 de abril de 1966 y al día siguiente se entregaron las primeras llaves a los adjudicatarios del llamado plan de viviendas Conavi, a cargo del presidente de entonces, general René Barrientos Ortuño.
“Nuestro homenaje a los que caminaban hasta Villa Dolores antes de que siquiera hubiese una línea de transporte público en Ciudad Satélite, a los que iban con baldes por agua a los riachuelos de la costanera, a las valientes señoras que tenían que andar mucho para llevar los alimentos a casa, a los que transitaron décadas por avenidas de tierra y a los vecinos que a fuerza de coraje lograron las comodidades que hoy gozamos”, escribió Álvarez.
La zona hoy es el paso obligado para que los paceños crucen hacia el aeropuerto internacional de El Alto, además cuenta con el museo Antonio Paredes Candia que fue construido en el primer estanque de agua de la zona. También son iconos de “City Sate” el hospital Boliviano Holandés y el centro comercial que alberga un cine y supermercado Hipermaxi, en el límite con Alpacoma, donde también se comparte la edificación de las antenas de transmisión de radiofonía y televisión que dieron señal a toda La Paz durante décadas. @VisorBolivia