Luego de los recientes discursos emitidos por el Vicepresidente y el Presidente del Estado, en instancias nacionales e internacionales, se pudo advertir dos posiciones distintas, la de Choquehuanca, que hace gala de los llamados a la reconciliación y hermanamiento; mientras que Arce promueve la confrontación y la persecución en contra de la oposición. Para el analista José Luís Bedregal esta diferencia en los discursos se debe a que el partido gobernante cuenta con dos corrientes contradictorias en su interior.
Por un lado, se encuentran los que postulan una línea basada en el marxismo ortodoxo que entiende la política y las relaciones de una sociedad, como una constante confrontación “entre unos y otros”. Estas características identifican los mensajes del presidente Arce en los que predomina el relato del supuesto golpe de Estado en 2019, anunciando persecuciones y procesos.
El analista precisó que este tipo de discurso es el que el Movimiento al Socialismo ha utilizado a lo largo de su historia, como principal método para posicionarse y consolidarse en el poder, utilizando la confrontación y la manipulación de los movimientos afines al MAS para enfrentar al contrario.
En su reciente intervención ante las Naciones Unidas, el primer mandatario, Luis Arce, reiteró su relato del supuesto golpe de Estado en 2019, responsabilizando a gobiernos, organismos internacionales, policías, cívicos, medios y ciudadanos, luego que estas denuncias provocaron descontento en varios sectores de la sociedad y partidos de oposición.
Por otro lado, está la posición del vicepresidente Choquehuanca, al que Bedregal calificó como concertadores, por estar cargados de mensajes propositivos para la construcción de una mejor sociedad. “Responde a criterios más humanistas, criterios concertadores que buscan el diálogo y la suma de esfuerzos para avanzar y construir”, indicó.
Lamentó que este tipo de mensaje propositivo aún no goce de aceptación plena al interior del Gobierno ni en los valores expresados por el partido azul.
Recientemente, Choquehuanca manifestó palabras que llaman al cambio en la conducta para superar las diferencias y ver en la whipala un símbolo de unidad y hermandad.
“Necesitamos descolonizar el pensamiento, necesitamos desterrar el individualismo, el egoísmo, la envidia, el racismo, eso nos está diciendo la Whipala por eso los bolivianos la hemos puesto en nuestra constitución”, manifestó en un acto en la ciudad de Trinidad.
Bedregal sostiene que estas dos visiones marcan que en el MAS no hay una unidad homogénea como ocurría al momento de su surgimiento y en los primeros años de Gobierno, características que ya fueron identificadas por los bolivianos.