En Tiwanaku una norma municipal designa el 21 de marzo (mañana) como el “Día del monolito Pachamama o Bennett”, en coincidencia con la celebración del equinoccio de otoño y al conmemorarse los 20 años del retorno a su lugar de origen, como una revalorización cultural del monumento lítico milenario más grande que fue esculpido por la civilización tiwanacota.
El histórico documento que fue aprobado por una mayoría en el Concejo Municipal tenía previsto ser presentado este 20 de marzo durante el acto ceremonial de la “wajt’a” u ofrenda en el Museo Lítico, sin embargo los bloqueos en demanda de la ampliación de la construcción de la carretera de doble vía Río Seco-Desaguadero postergaron la ceremonia para los siguientes días.
Para el arqueólogo boliviano, Luis Callizaya, del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (Ciaaat), la declaratoria tiene el fin de enaltecer la conmemoración del retorno de la escultura milenaria a su lugar de origen y realizar actividades de divulgación científica de las investigaciones arqueológicas.
“El nombramiento del Día del Monolito Pachamama o Bennett es una demostración para las autoridades políticas que existen herramientas legales que permiten promover una mayor protección y conservación del patrimonio arqueológico en el país, frente a una Ley del Patrimonio que no cuenta aún con la reglamentación respectiva”, aseveró Callizaya.
Un Comité de Traslado conformado por el viceministro de Cultura, Antonio Eguino, el arqueólogo Oswaldo Rivera y la arquitecta Tatiana Siles iniciaron en el 2001 los trabajos de diagnóstico, evaluación, limpieza y conservación del monolito Bennett o Pachamama, también denominado estela 10 y el “ídolo gigante de Tiwanaku”.
Después de un proceso de limpieza y desalinización, la escultura recibió un tratamiento de “biomineralización” a cargo del experto alemán Franz Moll para conservar y consolidar la piedra arenisca con más de siete metros de altura, un peso aproximado de 20 toneladas y con 32 metros cuadrados de tallados iconográficos en su superficie.
TRASLADADO
“POR AIRE”
El arqueólogo, Oswaldo Rivera, que lideró el Comité de Traslado en el 2002 dijo que el monolito Bennett “fue trasladado el 16 de marzo de 2001 por aire desde la ciudad de La Paz hasta Tiwanaku”. Se utilizaron soportes de goma diseñados con características especiales de flexibilidad, elasticidad y resistencia que fueron inflados con presión de aire controlada permitiendo el aislamiento total de la pieza.
Dijo que fue una “mutilación cultural a Tiwanaku el haberlo traído a La Paz en 1933”. Después de 69 años cumplimos con lo que esgrimíamos hace dos décadas, “que las cosas deben estar en su lugar de origen y una pieza tan importante de la cultura Tiwanaku, no podía estar lejos del sitio donde había sido creado”.
El alcalde del municipio de Tiahuanacu, Flavio Merlo, aseveró que el regreso del monolito Bennett o Pachamama tiene una gran importancia para el municipio y más aún para la cultura, lo que demuestra una vez más “que todo vuelve a su origen”.
“En la actualidad es un símbolo representativo, una de las mayores reliquias arqueológicas que ha permanecido fuera de su origen casi 70 años, y que tiene un significado de importancia para nosotros, representa a una autoridad un personaje, una poderosa wak’a”, agregó.
Según la información de los organizadores de la celebración de los 20 años del “Retorno del Gigante a Tiwanaku”, se mantiene el acto del inicio del equinoccio de otoño previsto para la madrugada del 21 de marzo con la ceremonia milenaria en el complejo arqueológico junto con el Consejo de Ayllus y Comunidades Originarias de Tiwanaku (CACOT). (Edwin Conde Villarreal-CienciaBolivia)