La entrada de peregrinación en devoción a la Virgen María de Urkupiña se cumplió ayer en Quillacollo. Cerca de 50 mil bailarines y músicos de 58 fraternidades recorrieron cuatro kilómetros y medio hasta el atrio de la iglesia de San Ildefonso, ubicado en la plaza 15 de Agosto.
Feligreses de distintas partes de Bolivia y del mundo llegaron a Quillacollo y demostraron su devoción y agradecimiento por los favores recibidos a la Virgen de Urkupiña.
A diferencia de los otros años, cuando los fraternos ingresaban de rodillas al santuario hasta los pies de la imagen de la Virgen, ayer se restringió el acceso al templo, para evitar posibles contagios de covid-19.
La entrada folklórica más importante de Cochabamba regresó tras dos años de pausa por las restricciones de la pandemia covid-19. La demostración folklórica comenzó después de las 9:00 horas y se prolongó hasta la medianoche.
Cientos de danzarines demostraron su fe en la “mamita” de Urkupiña, en una gran muestra de la riqueza que tiene nuestro folklore, con danzas de: morenos, caporales, llamerada, tinku, salay, tarqueada, diablada, pujllay, chacarera y otras.
Personal del Servicio Departamental de Salud (Sedes) exigió carnet de vacunación contra el coronavirus a los fraternos e instaló puntos de vacunación en el recorrido.
La celebración de la festividad de Urkupiña, denominada también “Fiesta de la Integración” continúa hoy con una misa central que tendrá lugar a las 11:00 horas. La tradicional peregrinación al calvario será el martes y la tradicional feria de Alasita el miércoles. (Cochabamba, EL DIARIO y agencias)