“No entiendo cómo puedan perjudicar a un emprendimiento que tiene un fin cultural, en vez que reciba apoyo. Las comerciantes si tienen permisos, pero tienen varios puestos en diferentes lugares y les dan permisos. Cómo lo hacen sin que tengan problemas”, cuestionó un ciudadano.
Internautas cuestionaron cómo otras personas consiguen los permisos, al parecer, sin problemas. “Yo igual estuve en las mismas… No me dejaron abrir un pequeño puesto en la calle porque ya no dan permiso a nadie; pero para sus amigos y familiares que tienen en la alcaldia si hay”, señaló Coarite S.
De acuerdo con las declaraciones de Ramírez, las comerciantes, en algunas oportunidades, eran las que se quejaban de su presencia y pedían a los guardias municipales que le hagan mover del lugar argumentando que ellas pagaban patentes y él no. Hecho que también fue cuestionado por la gente.
“Las vendedoras se creen dueñas de las calles y aceras y los guardias municipales son personas cuadradas que no entienden razón alguna. Increíble que la Alcaldía no pueda dar una licencia para una tienda de libros ambulante para fomentar la lectura. ¡¡Si no hay hasta ahora la normativa, que la cree!!, pero, SÍ otorga permisos a los anaqueles de vendedores mezquinos y atrevidos que nos quitan nuestro espacio a los peatones, Por todo lado, está el avasallamiento de esta gente. Impotencia total”, escribió Galia L.
“Es así dueños de la calle son los gremiales pero los q tienen sindicato sino ellos igual te botan sea lo q sea aunque no vendas lo mismo”, apuntó por su parte Mariela L.
Incluso, otras personas también compartieron sus experiencias. “Te entiendo pasa lo mismo con mi negocio, los sindicatos de vendedoras tienen arreglo con el alcalde, y este por votos o apoyo popular obedece, una total corrupción. Si tu actividad no está regulada y tampoco prohibida nadie tendría porqué molestarte. Las señoras de los quioscos pagan patentes tomando las calles, hay muchas gremiales que se hicieron dueñas de espacios quedándose a la fuerza. La alcaldía no les dice nada y cuando uno tiene un emprendimiento sacas licencia y NIT igual te molestan, entonces sin miedo al éxito”, manifestó por su parte Andrea R.
Luego de insistir Ramírez consiguió cierto apoyo de la comuna, pero el tema de cómo estacionar para vender sus libros, sin ser apartado del lugar, aún está siendo analizado.