El viernes 1 de abril, en La Haya, se dio inicio a los alegatos orales por esta disputa. El primer turno fue de Chile que sostuvo “que las aguas del Silala son un curso de agua internacional” y que supuestamente “Bolivia realizó actos de posible uso de las aguas que no fueron de conocimiento” de este país incumpliendo obligaciones de derecho internacional.
Calzadilla sostuvo que la defensa nacional se enmarcará en cuatro puntos que fueron manejados por Bolivia a lo largo de este proceso: primero que el Silala fue artificialmente mejorado y canalizado por una empresa anglo chilena, argumento que será sustentado con estudios científicos especializados en recursos hídricos del Instituto de Hidráulica Danés y de la Universidad Tomas Frías.
Un segundo punto está referido a que Chile no tiene ningún derecho adquirido para hacer uso del total del caudal del Silala y que Bolivia tiene el derecho de disponer sobre las canalizaciones hechas en su territorio y que por ende tiene derecho sobre todo el flujo mejorado del agua.
El tercer punto detallado por el Embajador fue desmentir a Chile en sentido de que Bolivia no realizó ninguna acción que ponga en riesgo el uso que en territorio chileno se hace de estas aguas.
Finalmente, que si Chile pretender seguir con el flujo mejorado por las canalizaciones del Silala, “debe negociar con Bolivia y no hacerlo de forma arbitraria y unilateral”. (Red Patria Nueva)