De acuerdo con el funcionario, admitió que al momento existen falencias en diferentes temas, tanto en la infraestructura como la misma implementación de los equipos de bioseguridad de las unidades educativas, por lo que se ha tomado la determinación de un control estricto para garantizar la salud de los estudiantes.
“Tenemos falencias, por eso es nuestra decisión de darle mayor apoyo al control estricto que ya hemos iniciado en las diferentes unidades educativas, existen varios problemas en lavamanos, por tanto, estamos haciendo lo posible de construir aquellos móviles y algunos otros temas de infraestructura, siempre se ha señalado que los establecimientos educativos no están en condiciones de recibir las clases presenciales”, explicó Beltrán.
Otro de los problemas que atraviesa el municipio para este tema de la implementación de bioseguridad es el insuficiente presupuesto económico con que cuenta, al cual se suma los problemas de abandono al que fueron sometidos los colegios en la urbe alteña.
Sin embargo, según el director de educación, dijo que existe un trabajo de coordinación entre padres de familia, profesores y autoridades, donde llegaron a organizarse para la implementación de alcohol en gel y otros equipos como las fumigadoras para los diferentes ambientes.
“A pesar de que no es obligación de ellos, pero nos place que exista preocupación y colaboración porque también se trata de sus hijos, sin embargo, debemos exhortar a los padres de familia en otras unidades educativas que no se están tomando los recaudos necesarios, motivo por el cual se ha optado por realizar los controles en este sentido más estrictos y coordinar en todo lo que necesitan para poder dotar de lo que falta”, explicó Beltrán.
Por su parte, la representante de los padres de familia, Isabel Arceni, exhortó a los progenitores que teniendo en cuenta el retorno a clases presenciales en algunas unidades educativas, el apoyo debe ser de todos, porque si bien el municipio logró dotar de material de bioseguridad, no es suficiente.