Operativos de control efectuados por la intendencia municipal, en coordinación con la Policía de esta ciudad, dio lugar a la clausura de estos negocios, los mismos que funcionaban a plena luz del día sin ninguna medida de bioseguridad.
De la misma forma se decomisaron bebidas alcohólicas de dudosa procedencia, los cuales no contaban con el registro sanitario, además de que muchos de estos productos tenían sus fechas vencidas, por lo que representa un atentado a la salud de la población.
Como corresponde, por parte del municipio se efectuó la clausura de varios de estos negocios, y el decomiso del inmueble de los mismos, así como las bebidas alcohólicas que tenían almacenados en grandes cantidades, con la finalidad de vender en estos días de fin de año.
Mientras que por parte de la Policía, se logró arrestar a los parroquianos, que en su mayoría no portaba su documento de identidad, por lo que fueron conducidos a oficinas policiales para que presten su declaración investigativa.
Por otro lado, en operativo simultáneo en un alojamiento de la zona de Villa Dolores se ha podido establecer la presencia de una menor de 17 años de edad, quien se encontraba, supuestamente dependiendo de la administración de este negocio, por lo que esta persona fue remitida a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia (DNA), de El Alto.
Los propietarios de este alojamiento y el mismo administrador fueron arrestados por la Policía con la finalidad de que presten sus declaraciones en torno a la tenencia de la menor de edad.
Mientras tanto, la Policía busca la verdadera identidad de la menor, debido a que no cuenta con algún documento que pueda acreditar su edad y su verdadero nombre, para lo cual se viene realizando la investigación correspondiente y la búsqueda del entorno familiar que pueda tener en esta ciudad.
A pesar del control estricto que ejerció la Policía y la misma Intendencia Municipal la noche de Año Nuevo, en las diferentes zonas, bares y discotecas se dieron modos para abrir sus negocios de forma clandestina.