Las contradicciones al interior del Movimiento al Socialismo (MAS) en su intento de posicionar la “falacia” de un golpe de Estado destruye su teoría de un vacío de poder y sustenta la constitucionalidad de la sucesión presidencial que dio lugar al gobierno de Jeanine Áñez afirmó el diputado de Creemos, Walthy Eguez.
“Los hechos son como ocurrieron y no como el MAS quiere que la población crea. A fuerza de propaganda y de insistir con la falacia de un golpe de Estado no va a imponer su teoría, porque el pueblo es testigo de lo que ocurrió durante los 21 días de movilización pacífica de todo el país para que deje de abusar del poder”, puntualizó
Recordó que el origen de los violentos enfrentamientos que vivió el país entre noviembre y diciembre de 2019 tiene como antecedentes la vulneración constitucional de Evo Morales a ignorar el referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F), que le negó su reelección presidencial por ser ilegal, posteriormente la suspensión del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), en la elección de octubre de 2019.
Eguez coincidió con el informe de memoria “Hechos del Proceso de Pacificación en Bolivia” que la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) presentó el pasado martes. Algunas revelaciones apuntan al protagonismo que tuvo la delegación del MAS, en la transición constitucional que ahora ellos mismos rechazan y llaman “golpe”.
“El diálogo que fue entre los propios actores políticos, expresidentes (Jorge Quiroga y Carlos Mesa), partidos políticos y candidatos que estaban compitiendo en la elección de 2019. En estas negociaciones se buscaba una salida constitucional para que no exista un vacío de poder”, puntualizó.
En las reuniones en la Universidad Católica Boliviana (UCB) del 11 y 12 de noviembre de 2019, participaron por el MAS la senadora Adriana Salvatierra, quien había renunciado públicamente a la Presidencia de esa instancia, la entonces diputada Susana Rivero, que también era parte de la directiva en la Cámara Baja, y la exministra de Desarrollo, Teresa Morales.
“El informe de la Iglesia refiere que se les ofrecieron los espacios de sustitución para tomar el Poder del Estado a los representantes masistas, en este caso a la exdiputada Susana Rivero y la exsenadora Adriana Salvatierra, no aceptaron porque el país estaba convulsionado y deciden dar un paso al costado, hemos visto en sus cartas de renuncia y no se pueden negar”, agregó Eguez.
Eguez recordó que de acuerdo al informe de la CEB, en las reuniones de la UCB había una constante coordinación con altos dirigentes del MAS como los exministros Héctor Arce y Manuel Canelas, quienes buscaban alcanzar una salida constitucional mientras la convulsión en todo el país apuntaba a agudizarse.
SORPRESIVA
DECLARACIÓN
Por otro lado, la exdiputada Susana Rivero, sorpresivamente y de manera voluntaria, el viernes pasado se presentó ante el Ministerio Público para prestar su declaración a fin de comprobar que en ese entonces no hubo vacío de poder y que no renunció a su cargo el 10 de noviembre.
“He traído mis pruebas de que nunca hubo vacío de poder. Aquí están, he firmado como primera vicepresidenta de la Cámara de Diputados y presidenta en ejercicio el día 11 de noviembre (de 2019). Muéstrenme una renuncia anterior a la concreción del golpe de Estado. He renunciado el 14 de noviembre, tengo mis pruebas que las voy a entregar en CD”, declaró en puertas de la Fiscalía en La Paz.
No obstante, en redes sociales se difunde una carta de renuncia firmada por Rivera el 10 de noviembre, cuya fidelidad de no ser un fake news (noticia falsa en redes sociales) es avalada por la verificadora Chequea Bolivia.
“Tengo a bien dirigirme a ustedes en momentos difíciles para la patria (…) presentar mi renuncia irrevocable a la 1ra Vicepresidencia de la Cámara de Diputados, pues no puedo ser cómplice en validar este golpe de Estado violento que pone en risgo la vida de dirigentes sociales, compañeras y compañeros de lucha e incluso de nuestros líderes Evo (Morales) y Álvaro (García)”, se lee en parte de la carta de renuncia de Rivera.
Tras argumentar que la renuncia a su diputación se produjo el 14 de noviembre, reiteró que durante los fatídicos días convulsión nacional no hubo vacío de poder.
A diferencia, la exsenadora Adriana Salvatierra admitió el 10 de noviembre de 2019 la existencia de vacío de poder, dejando a la Asamblea Legislativa la sucesión presidencial.
SIGLA
Por otra parte, el exsenador Omar Aguilar afirmó que hubo una sucesión presidencial forzada, que incluso llevó al MAS a negociar su vigencia como partido político para terciar en las elecciones de octubre del 2020.
“Nos decían salven la personería jurídica no permitan que se anule, nosotros planteamos una estrategia (…) le decíamos si ustedes anulan la personería jurídica, Murillo era el que más amenazaba, por supuesto que esto puede generar una nueva reacción de la militancia del MAS. Yo estoy seguro que no iba a haber reacción porque la mayoría se escondió debajo su catre o en embajadas”, reveló Aguilar.