Para este propósito se están acopiando ladrillos ecológicos, que en realidad son botellas de plástico rellenas de residuos sólidos, tales como colillas de cigarro y envoltorios de plástico y aluminio bien compactados.
La cantidad que se requiere para construir el aula ecológica es de 3500 eco-ladrillos, apuntó Carolina Vaca Guzmán Siles, directora de Extend Verde, quien animó a otras empresas a sumar su apoyo en favor de este proyecto medioambiental.
De hecho, la compañía de alimentos La Suprema ya hizo un aporte en efectivo para financiar la mitad de la construcción del aula que, además de los ladrillos ecológicos, requiere de otros insumos y materiales convencionales. “Esta empresa financiará la mitad del proyecto”, subrayó Vaca Guzmán Siles.
El proyecto beneficiará a muchos estudiantes de Achocalla, un municipio ubicado a 23 kilómetros del centro histórico de La Paz.
La ejecutiva explicó que se trata de un plan piloto orientado a despertar la conciencia ambiental y a inculcar un cambio de hábitos que favorezcan la “reutilización” de los envases plásticos, que demoran unos 500 años en degradarse.
“Lo ideal sería que dejemos de usar envases plásticos, pero al menos debemos reutilizarlos”, remarcó la ejecutiva de la compañía que orienta su trabajo a generar acciones concretas de RSE con un enfoque de conciencia ambiental.
La Paz genera 500 toneladas de basura cada día y cerca del 60 % de esos residuos son plásticos. De ese total solo se recicla el 4 %, un porcentaje que crece con mucha lentitud y que muestra la necesidad de un cambio de hábitos que favorezca la reutilización de residuos.