De acuerdo con el integrante de la Federación de Lustra Calzados de El Alto, Eduardo Suárez, ya son 30 años que este oficio fue reconocido como un trabajo que hace años y fueron visibles, gracias a una organización guberna mental: Enda Bolivia.
Esa institución, dijo, al ver que muchos niños y adolescentes se dedicaban a lustrar, promovió la actividad e, incluso, motivó al entonces Alcalde alteño, Flavio Clavijo, a la construcción de una plazuela en homenaje a los chiquillos que se dedicaban al oficio: “Plaza del Lustrabotas”, ubicada en plena Ceja de El Alto.
“Recuerdo que eran como 30 a 40 niños y adolescentes, que trabajaban en El Alto, luego iban al centro de Enda, donde recibían desayuno y almuerzo gratis. Ahí les enseñaban de todo y los ayudaban”, contó.
En la actualidad, son cerca de 400 lustra calzados, que ofrecen sus servicios en diferentes arterias de la urbe alteña, quienes a falta de generación de nuevas fuentes de empleo, incursionaron en esta actividad.
“Hemos crecido, ahora hay niños, adolescentes, adultos, ancianos, discapacitados y mujeres, que hoy en día desempeñan hasta representación sindical”, apuntó.
Con el fin de mejorar la atención a su clientela, la organización pacta cursos de capacitación en diferentes áreas como relaciones humanas “para el mejor trato con el cliente que es fundamental para nosotros”.
“Trabajo ya 17 años, en la avenida Juan Pablo II, en lluvia, calor, frio, igual, desde las 5.00 hasta las 18:00 o 19:00, antes había ganancia un poco, ahora ha cambiado mucho, desde la pandemia peor”, relató el secretario ejecutivo de la Federación de Lustracalzados de El Alto, Seferino Choque.
Ambos representantes del gremio, anunciaron que durante las dos últimas semanas del mes de diciembre, los lustra calzados incrementarán el costo del servicio hasta dos bolivianos.