Durante la sesión destinada a Bolivia por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el toxicólogo colombiano Jesús Olivero, afirmó que las concentraciones de mercurio en el organismo de los indígenas de las comunidades del río Beni, presentan siete y hasta 27 veces más de lo permitido.
El científico colombiano, Jesús Olivero, denunció ante la CIDH, que las concentraciones de mercurio en los organismos de los indígenas de la cuenca amazónica del río Beni en Bolivia, están muy por encima de lo permitido.
Jesús Olivero señaló que a finales de octubre del año pasado, junto a un equipo del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) se tomaron muestras a 350 personas, todas de comunidades indígenas que habitan a lo largo del río Beni, las que fueron llevadas a Colombia.
Las concentraciones halladas de mercurio en las comunidades indígenas oscilaron entre una parte por billón y siete partes por billón, con un promedio de siete partes por un billón. “Internacionalmente se acepta como máximo una parte por billón de mercurio en cabello”, dijo.
“En todos los casos se tuvo la oportunidad de encontrar concentraciones por encima de lo que puede medir el equipo, es decir, concentraciones detectables. Y como les mencioné, tuvimos algunos casos presentaron concentraciones hasta 27 partes por billón”, indicó ante los representantes de la CIDH, de la sociedad civil de Bolivia que llevaron el caso y funcionarios del Estado.
“Conjuntamente con la colecta del cabello, las comunidades indígenas hicimos evaluaciones generales del estado de salud a través de encuestas y fue notable el reporte de la pérdida de memoria, temblor en las manos y problemas sensoriales para un buen número de personas, sobre todo en aquellas con elevada contaminación por mercurio”, alertó.
El científico dijo que las problemáticas observadas en Bolivia en materia de contaminación por mercurio son muy similares al del resto de la cuenca amazónica, donde los indígenas tienen como única posibilidad para consumo de proteínas la utilización de peces a los que pueden acceder a través de la pesca.
Agregó que si no se presta la debida atención a la problemática, dentro de poco tiempo se tendrán problemas de salud bastante severos en gran parte de las comunidades indígenas de la región amazónica, y en especial en todas estas áreas de nuestro territorio donde habitan indígenas que dependen de la pesca y que son sometidas a la explotación de minerales.
El informe fue proporcionado en el marco del periodo 183 de sesiones de la CIDH, donde se escuchó tanto representantes de la sociedad civil, a representantes del Estado boliviano y se dio paso al informe del Relator Especial para Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, Marcos Orellana.
La audiencia fue realizada en respuesta a la denuncia de afectación a la vida y salud de los pueblos indígenas por la contaminación de mercurio presentada por el Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) y la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap). (Brújula Digital)