Cuando estaba en funciones el exalcalde, Luis Vásquez Villamor, 1988, el entonces Congreso nacional aprobó la ley 1014, que elevó a rango de ciudad a El Alto.
Fue una demanda popular que exigía dar esa categoría al novel municipio, puesto que tres años antes fue creado como capital de la Cuarta Sección del departamento. Un marcha desde La Ceja alteña hasta la plaza San Francisco exigió la celeridad legislativa; el propio presidente de entonces, Víctor Paz Estenssoro, estampó su rúbrica y con ello, el municipio accedía a presupuesto del Tesoro General del Estado (TGN) y obtuvo su autonomía político-administrativa de la jurisdicción paceña.
La exautoridad recuerda en entrevista con la Dirección de Comunicación de la Alcaldía de El Alto que incluso hubo una huelga de hambre para solicitar la ley, que es la única de esta naturaleza en Bolivia. “El Alto es único en muchas cosas”, afirma.
Pregunta: Buenos días, señor Luis Vásquez. Usted fue el alcalde que recibió la ley que elevaba a rango de ciudad a El Alto. ¿Por qué es importante la fecha?
L. V.: Es la fecha más importante porque es la fecha que marcó el nacimiento de El Alto como ciudad autónoma en Bolivia, es el primer caso en el país que una ciudad que era parte de otra, en este caso, nosotros éramos parte de La Paz, decide con toda la población, con toda la regularización de ese momento, iniciar una lucha para conseguir una nueva ciudad.
(…) solamente lo que hicimos era consagrarnos como ciudad y todo nuestro trabajo se dirigió a este tema y gracias a esto es que se tiene un presupuesto propio, que es tanto o más grande que de La Paz; tienes la posibilidad de un crecimiento tanto de población como infraestructura muy grande.
P: ¿Qué objetivo se tenía con esta iniciativa?
L. V.: Creo que aquí en adelante El Alto se va a convertir en la primera ciudad de Bolivia, que era nuestro objetivo. Por eso el criterio de estrategia de lucha se llamaba: “El Alto, la ciudad del futuro”. En las elecciones municipales que le ganamos a don Mario Mercado estuvimos de acuerdo en llevar adelante una lucha unitaria de todos los alteños en tener nuestra ciudad. Los resultados puedes verlos tú.
P: ¿La ley 1014 disponía algún nombramiento honorífico para el municipio?
L. V.: Era totalmente vinculado el tema de presupuesto. En ese momento, para que tú seas parte del presupuesto, porque hablé con el doctor Paz, era Presidente, y dijo: “¿para qué quieren ser ciudad?” y yo le decía que queremos ser ciudad por el tema de presupuesto y habíamos averiguado. Entonces, para ser parte del presupuesto necesitábamos tener una personalidad jurídica como ciudad. Cuando ingresé como Alcalde de El Alto, el nivel de presupuesto era menor a los cinco millones por año. Ahora creo que está por encima de los 100.
Esa es la diferencia, porque ahora para cada habitante de El Alto hay un presupuesto que se destina por la ley de Participación Popular, esa era una necesidad ineludible, de llevar adelante eso y cuando se dice el aniversario de El Alto, es esta fecha, 26 de septiembre, que El Alto finalmente abre los ojos y se convierte en ciudad.
P: Fue el momento que El Alto adquirió su autonomía administrativa y política?
L. V.: Totalmente, porque se adquieren los servicios urbanos, de todo, somos un municipio totalmente autónomo, que incluso la universidad que creamos: la universidad popular de El Alto, es totalmente independiente al de La Paz, somos dos ciudades hermanas, pero a pesar que somos hermanas somos diferentes, cada una con su propia estructura.
P: ¿Cómo se generó esta demanda?
L. V.: Ha habido una movilización verdaderamente gigantesca que fue convocada por la Alcaldía. Cerca del 80% de la población bajó de la ciudad de El Alto para protestar, ahí estaba en media hora la cabeza en plaza San Francisco y la cola seguía en la Ceja de El Alto. Importante era la marcha, han bajado todos, excepto los muy ancianos y niños, después, todos los demás nos decidimos declarar en huelga de hambre en la plaza San Francisco. Ahí llamó el Presidente, el doctor Víctor Paz y preguntó por qué tomamos esas medidas y dije que queríamos defender. El (Presidente) nos llamó inmediatamente y pidió que se apruebe la ley. La ley se aprobó en cuestión de un día, tanto en cámara de diputados y senadores; entonces, esa ley es producto de la lucha unitaria.
P: ¿Cuál fue el efecto inmediato con la ley vigente?
L. V.: Lo que pasa es que a partir de la creación de municipio, como organización autónoma, nos ponemos en igualdad de condiciones con el municipio de La Paz, eso nos permite asumir un presupuesto mucho más importante para enfrentar los problemas de manera clara entre nosotros y creo que en la autonomía hay mucho camino por recorrer.
P: Usted recibió el documento de la Ley 1014. ¿Cómo fue ese momento?
L. V.: Bueno, me lo entregó el propio Presidente, tengo una foto del momento que me entrega la ley (…), todo eso es muy importante para todos nosotros; me ayudó mucho la llegada del Papa Juan Pablo II, que él también nos colaboró haciendo una carta-pedido para esto. Fue muy importante porque la gente no tenía conciencia de lo que era El Alto, era una cosa, nos consideraban un barrio marginal. Nos trataban como si fuéramos de segunda o de tercera.
P: ¿Cómo vivió su administración, con aquellas condiciones sociales y económicas?
L. V.: Bueno, tuve mucho apoyo del doctor Paz, me entregó una cantidad de recursos a través del fondo de emergencia, con lo que se hizo grandes obras, por ejemplo, la avenida Juan Pablo II. Nos entregó dinero, hicimos el Hospital Holandés, hicimos muchas acciones de beneficio. Yo no era de su partido (de Víctor Paz), es más, era un oponente a su partido, pero asumió a nuestro pedido y dijo: “yo le voy a ayudar”, me ayudó y a muchos años de su muerte, él fue muy importante para todo esto.