Cada 31 de octubre, desde muchos años atrás, en La Paz, más propiamente en la Calle 21 de Calacoto y otras aledañas a ella, en la zona Sur, la gente comenzó a disfrazarse y celebrar la noche de Halloween. El sector se convertía en el punto de visita de cientos de niños, adolescentes y jóvenes para pedir dulces. Con el tiempo, esa costumbre se fue enraizando sobre todo en esas poblaciones y se extendió a otros sectores de la urbe paceña e incluso de El Alto.
Los negocios que están por esos lugares, también “viven” la festividad y adornas sus instalaciones con motivos de la fecha, además preparan cantidad de dulces que regalan a los visitantes.
Para ello, la subalcaldía Sur realizó el corte de vías debido al Desfile del Terror que se realiza desde la calle 15 de la avenida Ballivián a la Calle 21 de Calacoto desde las 18:00 a 22:00.
El Prado paceño, ahora, es el mayor centro de concentración de los disfrazados quienes caminan por todo el lugar haciendo travesuras y pidiendo dulces.
Pero, en la actualidad no todo se concentra en esos lugares, pues por segundo año consecutivo, vecinos de la zona Villa Victoria también armaron una “Ruta del terror”, donde hicieron representaciones y relatos sobre hechos y mitos tradicionales que tiene ese barrio. El recorrido comenzó en la plaza Hermanos García, bajó toda la avenida República hasta la plaza Huallparimachi.
“Estoy feliz, me dieron varios dulces y las casas están muy bonitas”, señaló una niña que con un disfraz peculiar y acompañada de su mascota recorría las calles del lugar pidiendo e intercambiando dulces.
Para diversificar las propuestas, algunas subalcaldías recorrieron diferentes calles y zonas de la ciudad con la participación de cuentacuentos quienes relataron hechos tradicionales para fomentar el conocimiento de los visitantes, explicó el secretario de Culturas de la Alcaldía de La Paz, Rodney Miranda.
Asimismo, varias zonas alteñas se sumaron a la fiesta, por ejemplo, los dueños de las tiendas que están en el denominado Prado paceño de El Alto, ubicado en la zona Santiago I, también entregan golosinas a sus visitantes.
Sumado a todo, se instalaron casas del terror en diferentes lugares de ambas ciudades; en La Paz, por ejemplo, en el exhotel Plaza y otros particulares. En El Alto, en la Terminal Metropolitana está El Túnel, donde los actores representan leyendas de la construcción de ese edificio. El costo del ingreso es 30 bolivianos y la pareja 50.
Para niños, la temática es distinta y el costo es 20 bolivianos. Estará hasta el 13 de noviembre.
Crédito: APG