“Nuestra tarea en este mundo es hacer el bien, pensar en el bien común, esta hermandad entre Colombia y Bolivia, imagínense el sueño de una sola patria del Libertador (Simón Bolívar) y aunque somos países diferentes nos une un mismo objetivo: ser más grandes y unidos”, dijo Arias en su discurso de presentación de la obra.
La autoridad edil recordó que, con el crédito de 20 millones de bolivianos destinados a la refacción de los establecimientos educativos, se intervendrá el establecimiento educativo República de Colombia que tiene características patrimoniales.
Por su parte, el embajador Ariza destacó que este mural muestra un mensaje de unidad de dos pueblos que son eminentemente indígenas, además que representan los miles de identidades que tienen Colombia y Bolivia.
“En este mural se ve plasmado algo que me ha llamado la atención, así como La Paz tiene el guardián hermoso que es el Illimani, nosotros tenemos la Sierra Nevada de Santa Marta en el litoral de la costa atlántica y el illimani cuidando el corazón de Bolivia. Nos vinculamos a esta obra de ´La Paz de Mil Colores`, con respeto y amor a la naturaleza, el agua, la naturaleza, que son sagradas”, dijo Ariza.
La obra fue realizada por el artista Alvina Huayllas, que responde a un pedido del embajador Ariza, en la que se aprecia a una mujer afroamericana y una indígena de la cultura Arhuacos, la naturaleza y todo lo que produce desde la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Es el intercambio y conocimiento de ambos pueblos que concluye con unas manos femeninas trabajadoras que tienen coca, oro, quinua y café, todo lo que nos da la tierra, que nos da riqueza”, dijo Huayllas.
La directora de la Unidad Educativa, Sandra Quintana, puso en relieve el “magnífico mural” que le permite a los estudiantes conocer más sobre “las plantas medicinales y hierbas que necesitamos conocer” y agradeció tanto a la Alcaldía de La Paz como a la Embajada de Colombia en Bolivia por promover este relacionamiento cultural entre dos países hermanos.
La presidenta de la Promoción 2022, Valeria Torrez catalogó la obra de arte como la fusión de dos culturas: la afroamericana y la indígena. “Es la fusión de la afroamericana Delia Zapata con la indígena Arhuacos, amante de la naturaleza en su diario afán de arar la tierra para su subsistencia”, puntualizó la estudiante.