Desde que empezaron los problemas entre los cocaleros de los Yungas y la Policía, cerca de 10 mil estudiantes de Villa Fátima y Villa El Carmen de la urbe paceña no pasan clases de forma normal, informó el director Distrital de Educación D-3, Bernardo Yapita Calle.

“Casi cerca de 10 mil estudiantes y 17 unidades educativas están perjudicados en el avance de contenidos y afectados psicológica y físicamente, y el padre de familia también tiene que estar corriendo cargados de sus hijos en medio del humo provocado por los gases�, indicó Yapita en una entrevista con el canal estatal.

El director informó que, de manera inicial, se tomaron algunos recaudos que incluyen la suspensión de actividades escolares sin comunicar a los padres de familia en algunos casos y adelantar el horario de ingreso a las 08.00 de la mañana en otras unidades educativas y la salida de 10.30 y 11.00.

Asimismo, en las unidades educativas que se encuentran en el epicentro del conflicto cocalero los estudiantes realizan simulacros para que se cuiden si llegará una granada de gas u otra eventualidad, reseñó ABI.

Por su parte, el presidente de la Junta Escolar del macrodistrito Periférica, Carlos Ticona, informó a los medios de comunicación que, los padres de familia de las unidades educativas afectadas enviaron notas al Ministerio de Educación para que intervenga en el conflicto con el fin de que los niños y jóvenes no se perjudiquen en sus estudios.

Piden a los ministerios de Educación y Gobierno puedan coordinar para que la Policía resguarde las unidades educativas.

La mañana de este martes, los padres de familia de la unidad educativa Simón Carreño salieron en protesta exigiendo al Gobierno dé una solución a este conflicto.

“¿Cuánto tiempo vamos a aguantar? Los niños están perjudicados por la pandemia. Estamos a dos meses que la gestión escolar termine�, manifestó una madre de familia que salió junto a otros padres de familia en protesta.

Según ANF, un profesor de la unidad educativa Simón Carreño que también participó de la protesta expresó su preocupación por la evaluación que deberá realizar a los estudiantes perjudicados.

Los vecinos de Villa Fátima se vieron afectados el lunes por la detonación de cachorros de dinamita y gases lacrimógenos que ingresaron a sus domicilios. Luz M., una mujer de 30 años de edad indicó que tuvo que apagar el artefacto explosivo con agua. De rodillas pidió paz y que el conflicto termine.

“Por favor, cocaleros de aquí arriba y de abajo vayan en paz, qué cosa quieren, por favor hablen y escúchense. Les pedimos de rodillas paz�, exclamó la mujer afectada.

Marisol O. salió de su casa con una bandera blanca pidiendo que cesen los enfrentamientos entre policías y cocaleros, reportó Urgente.bo

“Pedimos paz. Somos bolivianos, debemos volvernos a reconstruir entre policías y cocaleros, todos los bolivianos debemos volver a comenzar�, indicó.

Las granadas de gas y la detonación de las dinamitas rompieron los vidrios de las viviendas en la avenida América y calles aledañas.

Sobre el mismo tema, la Defensoría del Pueblo evidenció que el conflicto afecta el desarrollo de las actividades en las unidades educativas en el sector donde se centran las movilizaciones y enfrentamientos entre policías y cocaleros.

La delegada Defensorial de La Paz, Mabel Martínez, informó que, ante denuncias de los padres de familia sobre la afectación en las actividades escolares de sus hijos, este martes se visitó dos unidades educativas para verificar la situación de éstas y de los estudiantes.

En la verificación realizada en la unidad educativa Ave María, establecimiento ubicado al lado del edificio de Adepcoca en Villa Fátima, se encontraron restos de casquillos, granadas de gas y cachorros de dinamita que habían detonado en el patio, ocasionando destrozos en la losa.

El director Académico, Rodrigo Copa, informó que en consenso con padres de familia, desde el 2 de agosto se suspendieron las clases presenciales y se optó por la modalidad virtual, hasta que el conflicto encuentre una solución y cesen las movilizaciones. Este centro escolar cuenta con 749 estudiantes de los niveles pre kínder, kínder, primaria y secundaria.

Martínez informó que en la unidad educativa Irene Nava de Castillo la situación es similar. Desde la semana pasada pasan clases en la modalidad virtual, aunque con dificultad por la señal del internet, según dijeron. De acuerdo con las quejas de los progenitores, las actividades escolares no se desarrollaban con normalidad, ya que los estudiantes llegaban a las 8.00 y debían irse las 10.30 debido a las movilizaciones. Además, reclamaron que sus hijos fueron afectados por gases lacrimógenos, que llegaron hasta el interior del predio educativo.