Según sus representantes, este sector de la población depende de los ingresos diarios que genera el trabajo como tal, por lo que aquellos días que dejaron de esta actividad para dedicarse a los bloqueos, significaron graves perjuicios económicos para sus familias.
“Exigimos a los dirigentes o aquellos representantes que tienen a su cargo las negociaciones en el tema del diferimiento, porque todos estos días que hemos parado, los más perjudicados fuimos nosotros que trabajamos como asalariados, lo que ganamos a diario significa la alimentación del día de nuestras familias, además muchos de nosotros tenemos deudas bancarias”, manifestó un chofer de base.
La molestia de los choferes es que a pesar de estar abierta la posibilidad de diálogo con el Gobierno sobre este tema, los dirigentes de la Confederación, encabezado por Ismael Fernández, no quieren aceptar los ofrecimientos, actitud que fue calificado como un interés personal de dicho dirigente e interés de protagonismo político.
El Gobierno sostiene que el diferimiento de los créditos genera mayores perjuicios a los transportistas, por ello estableció seis meses de gracia, sin el pago de intereses ni capital, para que los prestatarios puedan beneficiarse con el refinanciamiento o reprogramación de las deudas.
Por otro lado, los choferes de base de El Alto y en apoyo a sus similares de La Paz, advirtieron que de continuar con esta actitud por parte del dirigente Fernández, exigirán que se conforme una comisión independiente para tratar el problema del diferimiento con el gobierno y así darle fin a este tema que les está causando pérdidas económicas en sus familias.
De la misma forma recordaron que Ismael Fernández, ya no es más ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, porque su gestión terminó en diciembre de 2020, por lo que tampoco ya no estaría legalmente habilitado como representante legal del sector, siendo que se deberá llamara a un congreso para elegir a un nuevo titular.