En estos lugares, lo menos que se quiere es que los internos enfermen debido al hacinamiento en el que viven, por lo que autoridades no bajarán la guaria y refuerzan las medidas de prevención y la vacunación.
Aunque, se informó que en el penal de San Antonio, Cochabamba, hay dos casos sospechosos.
“Los 44 que resultaron en el primer momento en el penal de Obrajes de La Paz, ya se recuperaron, en aproximadamente seis días; en San Pedro, que fueron 15 casos y llegaron al menos a 50, también se recuperaron. Tenemos en observación en lo que es el penal de San Antonio”, señaló la autoridad carcelaria a un medio radial.
Asimismo, se intensifico la vacunación en los recintos penitenciaros para inmunizar de manera masiva a los privados de libertad.
Tras la primera detección de casos de covid-19 en reclusos del penal de Villa Buch, en Pando, autoridades de Régimen Penitenciario comenzaron a realizar rastrillajes en los diferentes recintos carcelarios del país.
Días después detectaron mayor cantidad de contagios en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes (COF) de La Paz y en la cárcel de San Pedro, también de la urbe paceña. Debido a esa situación, se decidió el encapsulamiento de esos centros penitenciaros, debido a los nuevos brotes, además, de reforzar la vacunación contra el covid-19.