El teniente Jesús Morales, jefe del Departamento de Inteligencia de la FELCV, indicó que el caso surge el 1 de abril, a denuncia de una madre cuya hija fue interceptada por el sujeto.
Explicó que el modus operandi del conductor consistía en interceptar a las menores de colegio, pidiendo direcciones e invitándolas a subir a su coche. En caso de negarse, las obligaba a entrar el vehículo.
Operaba principalmente en los distritos 8 y 6, indicó el teniente.
Según el informe, el conductor de nombre Edgar grababa las agresiones y enviaba los videos a su víctima. Amenaza con difundir las filmaciones en caso de ser denunciado.
La Policía realizó las investigaciones e identificó al vehículo sospechoso. Al hacer la aprehensión verificaron que el sujeto tenía las características evidenciadas en el video, como un tatuaje en la mano izquierda.
Según el teniente Morales, el conductor confesó haber cometido el delito contra siete víctimas.
Sin embargo, la Policía cree que pueden ser más víctimas, puesto que el sujeto tiene 700 líneas de teléfono que tramitó a nombre de una tercera persona, de las cuales utilizó 600.
El oficial también lamentó que, en el transcurso de este tiempo, la Fiscalía haya rechazado la denuncia. Dijo que se hizo reabrir el caso porque se tenían avances en la investigación. (Erbol)