La Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia (CSTB), organización creada para defender los derechos del sector, no cumplió con su rol, pues pasó a formar parte del gobierno y se olvidó de la defensa, hasta se opuso a la creación de la Federación de Mineros, y por tanto fue desconocida, en primera instancia, y luego se fundó la Central Obrera Boliviana (COB), que ahora también es cuestionada por su alineamiento con el gobierno de turno.
En septiembre pasado, el dirigente de los Gremiales de la ciudad de El Alto, Toño Siñani, dijo que el sector propone la creación de la Central de Trabajadores de Bolivia (CTB), debido a que la COB ya no representa a los trabajadores de base.
Los diferentes sectores económicos cuestionaron el manejo político de la COB, pues en vez de estar ha lado de los trabajadores se alineó al gobierno de turno, y por ello los pliegos petitorios se fueron postergando.
Además en su momento no hizo defensa de los trabajadores de AASANA, en donde el gobierno tomó la decisión de cerrarla y crear otra empresa pública bajo el régimen del estatuto del funcionario público.
A pesar de que los maestros ya no apoyan a la COB, los atropellos que sufren los profesores, y algunos otros sectores no tienen ningún pronunciamiento de parte de ejecutivos del entre matriz de los trabajadores.
Los mineros de Huanuni, hace unas semanas atrás tomaron las oficinas de la COB, con el argumento de que los ejecutivos no pelean por los trabajadores, y en especial lamentaron que el ejecutivo, siendo del lugar, no se haya pronunciado por los mineros.
En 1952, ante el rechazo del gabinete ministerial sobre el proyecto de militarización de las minas, que preocupó al grupo de izquierda del Movimiento Nacional de Revolucionario (MNR), los mineros a la cabeza de Juan Lechín Oquendo, convocaron a una reunión de emergencia, misma que se realizó en la sede de trabajadores gráficos.
Y después de muchas consideraciones se decidió la fundación de la Central Obrera Boliviana como ente que debería fiscalizar los actos de gobierno para obligar el cumplimiento de los postulados de la Revolución: Nacionalización de las Minas, Reforma Agraria, Voto Universal y Reforma Educativa, entre otros.
Sin embargo, antes de la fundación de la actual COB, se desconoció a la Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia (CST) porque este organismo que «supuestamente representaba a los trabajadores bolivianos», se había comprometido políticamente con el gobierno de turno.
En concreto, la CSTB manejada por el PIR de Tristán Marof, pseudónimo del intelectual, Gustavo Navarro, trabajaba con el gobierno, traicionando a la clase trabajadora. Es decir que la CSTB había sido subordinada al poder político imperante acatando lo que le mandaba el gobierno, tanto, como que el PIR y la CSTB estuvieron comprometidos con el derrocamiento y asesinato del presidente, Gualberto Villarroel, de acuerdo a la versión de algunos dirigentes.
Por otra parte, se dijo que la CSTB se opuso a la Fundación de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia en 1944. Tampoco hizo nada para impedir la masacre de los trabajadores fabriles en la zona de Villa Victoria el 18 de mayo de 1951 en la ciudad de La Paz.
Al respecto, Guillermo Lora señalaba que el empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y también las medidas represivas que fueron puestas en práctica, particularmente el sistema de las listas negras, obligaron a los trabajadores a radicalizarse y a identificar al gobierno como a su peor enemigo. Durante todo este período la Federación de Mineros se convirtió en el eje de los movimientos masivos y políticos.
Señaló que hubo varios intentos que buscaron estructurar una central obrera ante la stalinista CSTB, que no era más que un equipo burocrático al servicio del gobierno reaccionario.
ECONOMÍA Informal
Varios economistas y empresarios, coincidieron por separado, que la economía informal tiene un porcentaje de participación del 80 %, mientras que el 20 % es formal, cuyos empleos tienen seguridad social y aguinaldo.
Por ello cuando se plantea un aumento salarial o doble aguinaldo, sólo beneficia a un 20 % de la población formal, pues el 80 % no recibe estos beneficios.
Además, la pandemia provocó mayor informalidad, y por ende una reducción del trabajo formal. El número de ferias vecinales se incrementaron a nivel nacional.