Transparencia Internacional manifiesta que la corrupción constituye una gravísima amenaza a la vida y al sustento de los ciudadanos, especialmente cuando se combina con una emergencia sanitaria. Específicamente, ya TI había señalado que la corrupción debilita significativamente el desempeño general del sistema de salud. Inclusive advierte que los formuladores de políticas sanitarias prestan poca atención a la corrupción, y muchos de los enfoques actuales de la lucha contra la corrupción en el sector salud carecen de eficacia.
En ese sentido, los indicadores del país, mostrados por TI, advierten que esta situación debe cambiar y se debe ir más allá de las medidas anticorrupción parciales, y desarrollar una lucha contra la corrupción integral, para de esta manera fortalecer el sistema de salud; de lo contrario, será prácticamente imposible lograr la cobertura sanitaria universal y la lucha contra la Covid-19 se verá complicada, y los sectores más vulnerables y la población en mayor riesgo serán los perjudicados.
CALIFICACIÓN
Desde el año 2012, Bolivia ha ido reduciendo su puntaje. En la gestión 2020 logró mantenerse respecto de la gestión anterior, alcanzando a 31 puntos, lo que significa que todavía existe la percepción de mayor corrupción, respeto del mejor puntaje logrado en 2014. La escala empleada por TI es de 0 a 100, donde cero equivale a muy corrupto y 100 a muy transparente.
Para la calificación a Bolivia, TI utilizó siete fuentes de información, similar a las empleadas en 2019.
La posición de Bolivia en el ranking mundial en la gestión 2020 cambió una posición respecto del año 2019, y todavía está lejos de los países con menor percepción de corrupción. El 2018, ocupaba el puesto 132, la peor ubicación de la serie, desde entonces bajó 8 posiciones, situándose en el puesto 124 en la calificación mundial de TI.
Comparando los datos en Sudamérica, Uruguay continúa siendo el país con mejor calificación, con un puntaje de 71 en el IPC, por lo que ocupa la posición 21; en contrapartida, Venezuela continúa siendo el peor posicionado, con un puntaje de 15, en la posición 176.
El promedio de Sudamérica es de 41 puntos, Bolivia tiene 10 puntos menos respecto a ese indicador, en una situación más desfavorable respecto a la percepción de la corrupción. Sólo Paraguay y Venezuela tienen mayores niveles de percepción de corrupción en comparación con el país.
En el ámbito mundial, la puntuación media es de 43. Bolivia se encuentra en situación de desventaja por debajo en 12 puntos porcentuales. Como referencia, los principales países con menor percepción de corrupción son Nueva Zelanda y Dinamarca, con calificación de 88. Los países con mayores grados de percepción de corrupción son Siria, Somalia y Sudán del Sur, con 14, 12 y 12, respectivamente.