“Nosotros planteamos la idea, hemos estado insistiendo, hemos estado en todo foro internacional en que hemos podido, precisamente, para poder sostener esa posición”, mencionó en una entrevista con Bolivia Tv.
La autoridad diplomática recordó que la iniciativa tiene como objetivo que los laboratorios de todo el mundo tengan la posibilidad de producir los inoculantes, para que no haya poblaciones rezagadas en el proceso de inmunización contra el covid-19.
El problema principal para la aplicación del planteamiento radica en que atenta contra la “sacrosanta propiedad intelectual de las grandes corporaciones farmacéuticas, fundamentalmente”, complementó.
Sin embargo, dijo que el tiempo comienza a dar la razón a la iniciativa boliviana, porque varios países de todas las latitudes del planeta tienen todavía severos déficits de disponibilidad de vacunas por su dificultad de conseguirlas o por su costo.
“Sigue siendo esa una asignatura pendiente y mientras no vacunemos al 70 por ciento de la población de la humanidad siempre puede haber una variable, una mutación, algo que nos desbalancee, digamos, la posibilidad de deshacernos de la pandemia, de vencer a la pandemia”, agregó.
El canciller explicó que la Asamblea de las NNUU está en pleno debate sobre el tema de la pandemia contra el covid-19 y surgió una vez más la propuesta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de donar 500 millones de dosis de vacunas, pero recordó que medidas de esa naturaleza son insuficientes porque el mundo precisa al menos 8.000 millones de unidades para inmunizar a la humanidad.