El intento más serio y más próximo se realizó en 1997, el mismo estaba basado en lograr, la firma de un contrato de comercialización de las aguas del Silala con la empresa chilena Railway, sostuvo el exprefecto de Potosí, Douglas Davis Guerra, quien, además, enfatizó que en ese entonces para Chile era un tema privado, entre una empresa chilena y la Prefectura de Potosí y no era bilateral.
La exautoridad dijo que en agosto de 1997 fue designado como Prefecto y Comandante General del Departamento de Potosí por el entonces presidente Hugo Banzer Suárez, “…en una de mis primeras acciones como potosino fue naturalmente preocuparme por resolver el tema de las aguas del Silala que ya lo había comentado en varias oportunidades antes de asumir la función de Prefecto cuando era diputado por el Departamento de Potosí”, manifestó.
En septiembre de 1997, solicité una reunión de alto nivel y confidencial con el Presidente de la República, de la que participaron el canciller Javier Murillo, el ministro de la Presidencia, Carlos Iturralde y el embajador Franz Ondarza Linares, también principal asesor en asuntos internacionales del general Banzer Suárez.
“En la reunión de aproximadamente 3 horas, le plantee un esquema y una estrategia para negociar las aguas del Silala y lograr la firma de un contrato con la empresa chilena que explotaba y comercializaba los recursos hídricos de Bolivia, porque para Chile hasta ese momento y poco después el tema del Silala siempre fue privado, entre una empresa privada chilena y la Prefectura de Potosí y eso lo manifestaban las autoridades chilenas de forma abierta y pública, no era un tema bilateral”, puntualizó.
Explicó que la estrategia básicamente consistía en la firma de un contrato de comercialización de las aguas del Silala con esa empresa privada que estaba explotando y comercializando los recursos hídricos de los manantiales, el mismo que se hacía vigente en su pago desde la suscripción del contrato; que también iba a incluir una cláusula para el reconocimiento de la deuda histórica por el consumo y el uso de los recursos hídricos de manantiales.
Dijo que el proceso se iniciaba con la elaboración de un proyecto técnico y económico que permitiera llegar con éxito a una negociación positiva para el país, entonces en esa reunión se definió inicialmente la conformación de un equipo técnico económico que, encabezado por la autoridad departamental, iba a llevar adelante toda la elaboración del proyecto. A esta comisión también se sumaba el presidente de la Cámara de Senadores, Gonzalo Valda, y otras personalidades, más que todo técnicos, que coadyuvarían en la elaboración del proyecto.
ESTRATEGIA
El principal objetivo con esa estrategia radicaba en que, con la firma de un contrato de esa naturaleza, ya sea Chile o la empresa que explota las aguas del Silala, iban a reconocer que esos recursos hídricos eran bolivianas e implícitamente la soberanía.
«No me interesaba el monto que le íbamos cobrar a la empresa, eso se podía mejorar posteriormente, lo más importante para mí era de que se firme el contrato así sea con un monto mínimo, teniendo el contrato con el reconocimiento de que el Silala es boliviana y que se tienen que pagar por el consumo, ya se podía ingresar a otro tipo de proceso de licitación internacional o una renegociación del contrato, todo eso se iba a estipular en la firma del contrato».
Recordó que el proyecto fue aprobado por el Presidente de la República, pero adicionalmente se le pidió refuerzo para ir a cualquier tipo de negociación, para eso necesitaba un perfil técnico y financiero que me permita ver todos los parámetros; entonces se aprobó la conformación de una comisión técnico económica de alto nivel que pueda analizar en forma discreta toda esa problemática y elaborar un perfil técnico económica para una negociación futura.
Este estudio contempla, en su primera parte, la fundamentación de porqué el Silala es un manantial y no un río, luego un estudio técnico económico financiero que se realiza con informes de comisionados que viajaron a Chile para recabar información sobre el consumo y el uso del agua, por lo que se determinó que gran porcentaje de las aguas del Silala se utilizaba para el consumo humano y una parte para la industria.
Dijo que también se obtuvieron facturas de pago de comercialización y con esa base se estimó un ingreso anual y también se estimó una posible utilidad de la empresa chilena, las cifras de acuerdo con datos obtenidos diferían muchísimo de la que manejaban y las cifras astronómicas por la deuda histórica que debería pagar, no Chile sino la empresa comercializadora y que se debía cancelar a Potosí, ese era el discurso por ser un problema de Potosí, porque las aguas están en esa región.
COMISIÓN DE
ALTO NIVEL
En marzo 1998 se reunió nuevamente la comisión de alto nivel, una vez concluido el proyecto y su presentación, Davis Guerra dijo que solicitó al Presidente de la República una reunión confidencial para avanzar y dar el segundo paso que consistía en tomar contacto con la Railway que era la empresa que estaba comercializando y explotando los recursos.
En esa reunión que fue bastante extensa, inclusive en dos etapas, se analizaron varios aspectos y no se dejó de lado un tema fundamental, que si bien se iba a entrar en proceso de negociación y acuerdos sobre la firma de un contrato, pero debía seguir todo un proceso legal de Estado, porque se trataba de alguna manera de comprometer la comercialización de recursos hídricos del Estado, en este caso del departamento de Potosí,
Asimismo, dijo que había el respaldo jurídico sobre el anterior convenio y contrato que se tenía y se tiene con la empresa Railway, pero también se tomó en cuenta de que no se estaba realizando consultas con las instituciones potosinas, pero era preferible en esta fase no tener interferencia, ya que se conocía el criterio de las autoridades cívicas, parlamentarias y representantes potosinos que en su afán de lograr una cuota política este tema se lo ha manejado con un carácter más personal, porque se manejaron cifras astronómicas para cobrar a Chile o la Railway, ya sea como la deuda histórica o en la situación actual por el costo que en realidad tiene la comercialización del agua del Silala y eso es lo que ha perjudicado hasta hoy en llegar a una solución.
CONTACTO CON RAILWAY
Sostuvo que luego de reuniones intensas logró la autorización para tomar contacto con la Railway. Es así que en junio de 1998 se reunió de manera confidencial con sus representantes en la ciudad de La Paz, donde se planteó la posición del Departamento de Potosí y la empresa chilena no se negó a hacer un reconocimiento económico fijo por el uso y comercialización de las aguas del Silala, pero ese pago tenía que estar en base a un análisis de mercado del costo. Además, con el tiempo Potosí podía tomar la posición libre de administrar sus recursos.
Todo el avance ya se iba a estipular con mayores detalles a ser determinados en una segunda reunión a realizarse en octubre de 1998, la misma que no se cumplió porque Douglas Davis Guerra, había sido destituido de su cargo de Prefecto de Potosí.