Pese a la existencia de varias normas referidas a la higiene y seguridad industrial, el ente responsable de la salud ocupacional en Bolivia, el Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO), informó que el país carece de políticas de seguridad y salud en el trabajo y que la falta de una línea de acción hace que las instancias involucradas realicen acciones dispersas, en el marco de la buena voluntad que tienen.
“Bolivia no tiene políticas de seguridad y salud en el trabajo, si tuviéramos las instituciones estarían con una línea de acción, por ello es que todas las instancias público y privadas hacen lo que pueden para mejorar la salud del trabajador”, sostuvo el jefe de la Unidad Técnica de Higiene Seguridad Industria y Medio Ambiente del INSO, Antonio Quisbert, a ANF.
La Ley General de Higiene y Salud Ocupacional 16998 establece las competencias del Consejo Nacional de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar que, dentro sus funciones, está el de establecer políticas; proponer y buscar el financiamiento económico suficiente para el desarrollo del sistema; fortalecer los organismos encargados de la ejecución de medidas de higiene, seguridad ocupacional y bienestar y proponer la creación de otros en su caso; promover y coordinar todas las acciones relativas a la prevención de los riesgos profesionales y las referidas a la rehabilitación integral de los trabajadores; entre otras atribuciones.
Quisbert indicó que hace unos 10 años este Consejo generó una nueva norma para acciones a nivel tripartito entre trabajadores, empleadores y Estado, pero que a la fecha no se cumple y las acciones son dispersas “en la buena voluntad de hacer las cosas”.
Al respecto, Cristina Salazar, directora del INSO, agregó a este medio que existe una gran cantidad de riesgos del trabajador en el ejercicio de sus labores por lo que hay mucho que hacer en el país y la falta de políticas claras es un factor desfavorable.
“Políticas nacionales no hay, tampoco sectoriales, de tal manera que el Estado ha perdido de vista, (al igual que) el INSO como tal. Nosotros debemos proveer al trabajador algún paraguas para protegerse de los riesgos, como la dotación de implementos y demás, hay mucho trabajo por hacer en el marco de las competencias del INSO, pero nos vemos solos, casi abandonados”, manifestó Salazar.
Ante esta situación, indicó que la política de gestión del INSO es tratar de entrelazar con las mismas organizaciones y federaciones de trabajadores como la Central Obrera Boliviana (COB) en los sectores minero estatales, “porque ahí es donde tenemos que entrar debemos trabajar con ellos y eso estamos haciendo en esta gestión”.
Agregó que se realiza este trabajo de coordinación con las organizaciones de trabajadores también para que ellas sean parte de la planificación del INSO, “porque al saber qué necesitan, cómo trabajan, nosotros podremos sacar lineamientos generales de gestión”.
El médico, Antonio Quisbert, destacó que el tema es más institucional estatal y que según la ley establece la Secretaría Permanente del Concejo Nacional, a cargo del Ministerio de Trabajo, debería convocar constantemente ya que son acciones coordinadas con el Ministerio de Salud y el INSO las que deben velar por la salud del trabajador frente a exposiciones de contaminantes como la sílice, mercurio, Plomo, Cadmio, arsénico, cromo, plaguicidas y otros. (ANF)