Para celebrar el Día Mundial de la Vida Silvestre, el Bioparque Vesty Pakos preparó ayer un homenaje a los animales refugiados en el lugar.
En medio de los sonidos producidos por cuatro primates, el alcalde Iván Arias destaca el trabajo de los biólogos y veterinarios municipales que trabajan para cuidar y rehabilitar a 520 animales de 74 especies que viven en un espacio de 22 hectáreas.
Fue una jornada distinta para el burgomaestre, quien condujo un programa radial desde el Bioparque con el fin de visibilizar cómo es el trabajo de rehabilitación y reinserción a su hábitat natural de muchas especies de animales que llegan heridos por diversas circunstancias o son rescatados de la trata indiscriminada.
“Hoy (ayer) es Día Mundial de la Vida Silvestre, muy poca gente lo sabe, el 3 de marzo se conmemora este día y estaba pensando en Ucrania, en Rusia, cuántos animales estarán muriendo a causa de la guerra”, dijo el alcalde Arias en el inicio de su programa a manera de introducción sobre lo que estaba a punto de descubrir.
Este día fue instituido el 20 de diciembre de 2013 por la Asamblea de las Naciones Unidas con el fin de llamar a la reflexión sobre la preservación de especies de fauna silvestre que están amenazadas y en riesgo de extinción.
En su recorrido por el bioparque, el Alcalde conversó con la administradora del Bioparque, Geraldine Durán, los biólogos, veterinarios y guardafaunas que trabajan en este lugar que ya no es considerado un zoológico, sino un espacio de rehabilitación y cuidado de especies diversas.
Vicuñas, boas, cascabeles, serpientes, monos araña, caimanes, tortugas, flamencos, lagartos, osos jucumaris, leopardos, tejos, caballos andinos y parabas, son el conjunto de animales que el alcalde Arias visitó y conoció cómo viven, qué tipo de alimentación reciben, cuáles de ellos pueden reinsertarse a su hábitat y cuáles definitivamente no pueden salir del bioparque porque han sido criados por personas, hecho que imposibilita que se adapten a la naturaleza.
Situado en un espacio de 22 hectáreas en el macrodistrito de Mallasa, el Bioparque atiende especies de animales que llegan de todo el país a través de las gobernaciones, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua o la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma), entidades que derivan animales que sufrieron algún accidente, que han sido rescatados de las manos de cazadores o traficantes de especies.
Arias le preguntó a la administradora del Bioparque, Geraldine Durán, cuáles son los casos más comunes que son atendidos por el personal especializado. La respuesta fue que es muy frecuente ver animales deshidratados porque no se han alimentado adecuadamente.
“Lo que más se ve son animales deshidratados por falta de comida, están en un muy mal estado, les alimentamos, les damos servicio sanitario, veterinario”, indicó Durán, a tiempo de explicar que los biólogos siguen una serie de pasos para hacer la liberación de los animales y determinan dónde es prudente hacerlo.
En cuanto a las visitas de las población, Durán le dijo al alcalde Arias que las personas no solo van de visita al Bioparque, “sino a aprender, enseñamos a amar la naturaleza”. El espacio está acondicionado para recibir visitas guiadas y otras de carácter más libre. Se estima que medio millón de personas visitan anualmente el espacio municipal.
En su recorrido, el alcalde Arias se enteró de la historia de los huevos de flamenco abandonados en la Laguna Colorada en Potosí que llegaron al espacio edil para que sean incubados; así nacieron 15 flamencos que no pueden insertarse en su hábitat natural porque no lo conocen.
Arias también se enteró de cómo una Paraba, a la que le cortaron parte de su pico, muchas veces es aislada de otras aves de su especie por este abuso físico que experimentó. Además, conoció la historia de uno de los monos araña que recibió el impacto de balines en su cuerpo.
«Detrás de cada animalito hay una historia de dolor», comentó el alcalde Arias, tras conocer varias de las historias de los animales en el recorrido que hizo por el Bioparque. Al finalizar su visita, la primera autoridad de La Paz informó que se mejorará la infraestructura de los animales y puso de ejemplo lo que ocurrirá con la caballeriza de los caballos andinos que será habilitada con callapos dentro de una semana, para lo cual pidió a la subalcaldesa de Mallasa, María del Carmen Navarro, garantizar este trabajo, reportó AMUN.
“Haremos un gran refugio”, se comprometió Navarro, quien informó que también se hará una caballeriza fuera del Bioparque ya que en la zona existen caballos de alquiler que deambulan en busca de comida y el objetivo es darles mejores condiciones de vida.