Barrientos aclaró que en todas las reuniones que hubieron luego de la renuncia de Evo Morales, donde se buscaba pacificar el país, participaron representantes del Movimiento al Socialismo (MAS) y en ningunas de ellas estuvo Jeanine Añez porque se encontraba en Trinidad.
Apuntó que en Bolivia existe una guillotina judicial porque no existe justicia ni respeto a los derechos humanos, por lo que sugirió a las exautoridades recurrir a organismos internacionales para que se pueda actuar conforme a tratados.
En ese marco, aclaró que existe una contradicción en el ministro de Justicia cuando indica que el proceso que se sigue a Añez es cuando ella fue senadora, ya que, de ser así, ella ni los exministros pueden ser procesados por la justicia ordinaria.
“No puede ir a un juicio ordinario porque todas las acciones que lleva adelante un senador o diputado en su mandato y después de su mandato, por Constitución, no pueden ser llevados a la justicia ordinaria, ahí hay otra contradicción”, dijo.
El exministro Rodrigo Guzmán, antes de su posesión en el gabinete presidencial fue diputado nacional. El extitular de Justicia, Álvaro Coímbra, fue representante supraestatal.
NO SE MENCIONÓ A AÑEZ
Mediante su cuenta en Twitter, el viernes, la exdiputada del MAS, Susana Rivero, se refirió a los documentos que maneja la Procuraduría General sobre el caso de supuesta conspiración, sedición y terrorismo, que es la base para afirmar que en Bolivia hubo un “golpe de Estado” entre el 10 y 12 de noviembre de 2019, “gestado” por Añez y las Fuerzas Armadas (FFAA), como interpretó el ministro de Justicia, Iván Lima, en una reciente entrevista con radio Deseo.
“Leí memorial de Subprocurador en caso golpe. En él se distorsiona lo sucedido en reuniones 11 y 12 de noviembre 2019. Por mi responsabilidad con Bolivia aclaro que es impreciso afirmar que nos comunicaron que Jeanine sería presidenta y que ya tenía apoyo de FFAA”, escribió Rivero.
Rivero fue parte de la comisión del MAS que se reunió con la oposición en ambientes de la Universidad Católica de Bolivia (UCB), luego de la renuncia de Evo Morales, su segundo Álvaro García y los presidentes del Senado y Diputados, Adriana Salvatierra y Víctor Borda, respectivamente. La senadora cruceña y la exministra de Desarrollo, Teresa Morales completaron la comitiva oficialista.
Las tres mujeres tenían como misión resguardar la salida del país de Morales y García, quienes viajaron a México la noche del 11 de noviembre, en calidad de asilados en territorio extranjero, cumpliendo la figura de abandono de funciones de acuerdo al artículo 170 de la Constitución Política del Estado (CPE).
Por la oposición participaron los líderes políticos Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, los abogados Jerjes Justiniano, Luis Vásquez, los asesores Ricardo Paz y Roberto Moscoso, y el senador Oscar Ortiz. De la sociedad civil participaron los miembros del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), Waldo Albarracín, Rolando Villena y Juan Carlos Núñez.
“El 11 de noviembre Adriana y Teresa no hablaron nada mientras no se garantizara la vida de Evo y Álvaro. El 12 tocamos procedimientos y dejamos bien claro que no podíamos tocar más temas porque no habíamos hablado con la bancada. A uno de ellos se les salió que tenían plan b (…) Nosotras ni sabíamos cuál era ese plan. Lo vimos recién en la tardecita en la tele como todos, por lo que no pueden insinuarse cosas que no pasaron”, acotó Rivero.
El “plan b” que expresó la oposición fue activar la sucesión constitucional, luego de 48 horas de vacío de poder en Bolivia.
Sin embargo, anteriormente la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) aseguró que Salvatierra, que coordinaba cada acción con el exministro de Justicia, Héctor Arce, había aceptado la sucesión e incluso “invitó” a la Iglesia y veedores a la sesión legislativa del día 12. La Iglesia Católica estuvo presente en la citada reunión de la UCB con sus representantes.
“La bancada del MAS, no cumplió el acuerdo alcanzado en la reunión y no se presentaron a la sesión de la Asamblea Plurinacional, en la que fue posesionada la senadora Jeanine Añez como nueva presidente, en virtud de la declaración constitucional 003/2001”, citó el presidente de la CEB, Ricardo Centellas, en un comunicado del pasado 19 de marzo.
Añez llegó la tarde del 11 de noviembre de 2019 a la Asamblea Legislativa para asumir la Presidencia del Senado, pues se produjo la renuncia de Salvatierra como titular y el primer vicepresidente Rubén Medinacelli, ambos del MAS.
La tarde del día 12, la senadora beniana llamó a sesión donde no se presentaron los legisladores del MAS, argumentando falta de garantías. Tras asumir la cabeza del Senado, se aplicó la sucesión presidencial del artículo 169 de la Constitución Política del Estado (CPE).
El entonces embajador de la Unión Europea en Bolivia, León de la Torre Krais, también participó del encuentro en la UCB como veedor y confirmó que se facilitó el traslado de los miembros del MAS durante las jornadas de negociación, para garantizar una salida pacífica.
“A los líderes del MAS, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, les llevábamos a la mesa del diálogo recogiéndolos de donde estaban alojados, en algunos casos habían solicitado asilo diplomático, o sea que les hemos ofrecido ese transporte en persona”, declaró el español en 2020. (El Diario y Visor.Bolivia)