La donación consistió en: ventiladores de bajas temperaturas, freezers, heladeras, entre otros, que serán de gran ayuda para la institución de salud y en general para toda la población cruceña. Entre sus características técnicas se destacan la autonomía para ser transportados y manipulados.
El representante de la Iglesia, Beimar Padilla, destacó que trabajan constantemente con el Banco de Sangre e incluso prestan sus instalaciones en Montero, Puerto Suárez y Minero, mientras que en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra participan constantemente en los barrios.
El gerente del Banco de Sangre, Diego Candia, afirmó que este aporte es de mucha ayuda para ampliar la atención y así alcanzar los objetivos de servicios, habida cuenta que la demanda en salud cada día sube por el crecimiento demográfico de Santa Cruz.
“Estamos con un agradecimiento muy grande hacia la Iglesia, ya que son equipos que nos van a ayudar en el procesamiento, en el almacenamiento y en la calidad de nuestros hemocomponentes”, destacó por su parte Fabiana Escalante, directora interina del Banco de Sangre.
Agregó que con estos refrigerantes se evitará el déficit de productos para los pacientes, como la heladera para conservar hasta 100 bolsas de electrocitos, la de -80° que sirve para la producción de hemocomponentes, y el freezer de -30°C para el transporte de los mismos. (Santa Cruz, agencias)