“Será retirado inmediatamente. Se lo retira de la actividad del carnaval. Nosotros no somos una entidad coercitiva, solo somos control, pero lo vamos a retirar de la actividad”, aseguró el secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda, al ser consultado sobre las medidas que se asumirán cuando se encuentre a algún bailarín, dirigente folklorista o personal de apoyo en estado de embriaguez.
La Alcaldía de La Paz oficializó el 31 de enero la realización de algunas de las actividades del Carnaval Paceño, como la entrada del Jisk’a Anata, pero con el estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad.
El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Jisk’a Anata, Juan Carlos Tapia, dijo que todas las fuerzas vivas del Carnaval de La Paz trabajaron “de manera responsable” en la elaboración de las medidas de bioseguridad para esta entrada.
El anuncio fue realizado luego de una reunión que sostuvo el alcalde Iván Arias con la dirigencia de las asociaciones de ch’utas, pepinos, bordadores y de la federación de bandas de música y cívicos. Estas medidas fueron ratificadas por el Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM), el 3 de febrero de este año.
El secretario Miranda remarcó que los funcionarios municipales que se desplazarán el lunes a lo largo de esta entrada folklórica por Carnaval, controlarán que los bailarines y personal de apoyo cuenten con su carnet de vacuna contra el covid-19. También verificarán el cumplimiento de las medidas de bioseguridad, como el uso del barbijo y el distanciamiento social.