Las dos reporteras afirmaron que fueron agredidas por manifestantes que, además de lanzar petardos contra ellas, gritaban “¡prensa vendida!, ¡prensa pitita!” y consignas a favor del Gobierno.
Antezana declaró que, mientras intentaba ejercer su trabajo de cobertura, recibió un palazo en la espalda y un empujón que la hizo caer de bruces al piso, debido a lo cual tiene un raspón en la mejilla; agregó que fue atacada por dos mujeres y un varón.
Cuando la periodista Carla Mercado se disponía a documentar las agresiones contra Antezana, no sólo recibió palazos en la mano, que quedó lastimada, sino que una de las desaforadas manifestantes oficialistas le arrebató su celular, por lo cual tuvo que perseguirla hasta que con la ayuda de una joven logró recuperar ese dispositivo de trabajo.
La ANPB y la APLP condenan las agresiones a las colegas Ariana Antezana y Carla Mercado, piden que los responsables sean identificados y procesados y remarcan que la actividad periodística se ejerce al amparo de las disposiciones de la Constitución Política del Estado, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Ley de Imprenta y el Código Nacional de Ética Periodística, que garantizan los derechos humanos y fundamentales a la comunicación, a la información y a la libertad de expresión.
El pasado 2 de noviembre, en oportunidad del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, el titular de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca, afirmó que “la democracia no admite violencia contra la prensa” y que cuando se manifiestan amenazas y ataques impunes contra los periodistas se rompe la promesa de la libertad y la democracia que los Estados han asumido con la ciudadanía, publicó ANF.
En esa línea, hace dos días la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exhortó al Gobierno de Bolivia a establecer un mecanismo de protección y seguridad para periodistas, con el propósito de enfrentar las agresiones que se han intensificado en los últimos meses.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo condenó las agresiones en contra de los trabajadores de la prensa ocurridas el 17 de noviembre, durante las movilizaciones realizadas en la ciudad de La Paz.
El pronunciamiento surge después de que dos periodistas mujeres denunciaron que fueron agredidas con palos, sufrieron lesiones y que incluso fueron víctimas del intento de robo de su celular, durante la cobertura periodística.
Asimismo, en la ciudad de Tarija los trabajadores de la prensa realizaron una marcha para pedir garantías frente a los amedrentamientos sufridos en días pasados, indicó la Defensoría.
A esos hechos, se suman los actos de vulneración de los derechos humanos a los trabajadores de la prensa, ocurridos la semana pasada en las ciudades de Santa Cruz, Oruro y Potosí, reportó Erbol.
En ese marco, la Defensoría reiteró al Estado su pedido de que adopte medidas efectivas para garantizar la protección del derecho a la libertad de expresión y de información.