Junto a un equipo técnico de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (Smgir) y exfuncionarios de la pasada administración edil, el burgomaestre revisó las obras ya trabajadas en el terreno y vio que hay algún deterioro. Con los vecinos constató el estado de habitabilidad que hay en el sector.
“Las casas de aquí arriba tienen que ser demolidas, tenemos que parar el sistema de alcantarillado, el peligro se ha ampliado al norte, hacia el sur. El muro está siendo presionado”, afirmó la autoridad. Arias escuchó la explicación técnica, pero también la versión de los vecinos que le expresaron el malestar que ocasiona el deficiente sistema de alcantarillado, que es responsabilidad de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas).
La autoridad edil adelantó que serán al menos nueve casas que deberán demolidas y se conversará con los habitantes para persuadirlos del riesgo que corren en la zona. Como opción también se vería la necesidad de notificar con letreros para advertir a la población de la inestabilidad del lugar.
Arias explicó que los propietarios de las casas en riesgo fueron estafados por loteadores y deberán buscar otro espacio habitable, ya que donde viven están inclinadas y con rajaduras. Dijo que existe un muro de 60 metros que fue rebasado por el terreno, ya que los asentamientos ilegales se ampliaron; el cerco de concreto presenta una grieta de 5 centímetros.
Durante el recorrido, el exfuncionario de la Smgir Ramiro Velasco explicó al burgomaestre que para la ampliación de la avenida Buenos Aires se puso relleno de tierra y aquello genera inestabilidad, además que las infiltraciones de agua son recurrentes.