Como todos los años el mes de agosto se caracteriza por brindarle ofrendas a la Pachamama o la madre tierra, en aquellos sitios como las wak’as, la Apachacheta, entre otros son visitados por fieles a esta tradición, pidiendo salud y trabajo y mucho negocio.
De esta forma el lunes, primer día hábil de este octavo mes del año, las autoridades municipales dirigida por alcaldesa Eva Copa, realizaron la ceremonia de wajt’a, en predio del Jacha Uta o palacio consistorial de la zona Libertad, con el principal objetivo de lograr mejores días para todos los alteños en salud y trabajo, así como más obras para esta ciudad.
“Hemos empezado agosto, mes de la Pachamama, conjuntamente con los secretarios municipales y el honorable Concejo Municipal, donde hicimos la wajt’a tradicional pidiendo a la Madre Tierra que nos ayude a trabajar en equipo, que sea un trabajo coordinado y una gestión transparente, sobre todo estar de cerca con el pueblo y mucha salud para todos los alteños en esta etapa difícil del Covid-19 que estamos pasando”, dijo la primera autoridad alteña.
La ceremonia fue efectuada en el atrio de la Casa Municipal, donde los amautas y yatiris realizaron la ofrenda a la Pachamama, con un tradicional rito cultural aymara, con grandes mesas preparadas para el efecto, cada uno destinado también para cada objetivo.
“Nuestra cultura y tradición es lo primero y siempre pedir el permiso correspondiente a la Pachamama, para iniciar este mes que es muy especial para la Madre Tierra, es por eso que hicimos esta wajt’a tradicional”, señaló la primera autoridad.
Entre otros sitios visitados en la Ciudad de El Alto, en este mes de la Madre Tierra, se encuentran la Apacheta camino a Oruro, el Waka Jamp’atu, situada en la avenida Panorámica, el mirador Atipiris, el mirador de Sagrado Corazón de Jesús de la zona de Villa Dolores, entre otros, que en este mes de agosto se puede ver la presencia de fieles creyentes en la madre tierra y la Pachamama.
A estos lugares llegan desde diferentes puntos del país y hasta personas extranjeras que en pasadas gestiones pasaron por estos lugares agradeciendo a la Madre Tierra para que les siga cuidando de todo peligro y salud por, sobre todo.
De la misma forma las casas reciben ofrendas con grandes mesas, efectuadas por sus dueños, como una forma de agradecimiento por brindarles seguridad, salud y que nada malo les haya pasado durante todo este tiempo.