La actividad fue iniciada con una demostración sobre la peligrosidad de la manipulación de fuegos artificiales y los primeros auxilios que se deben realizar, además del peligro que representa el encendido de fogatas y el consumo de alimentos que no cuentan con registro sanitario.
El secretario municipal de Seguridad Ciudadana, coronel José Luis Mendivil, recomendó a la población “evitar exponer nuestra integridad física con fuegos artificiales, especialmente a la niñez, también recalcamos que la Intendencia va hacer cumplir la normativa vigente, encomendándoles que no consuman bebidas alcohólicas, no asistan a fiestas clandestinas donde no se cumplen las medidas de bioseguridad”.
Por su parte, la secretaria municipal de Agua, Saneamiento, Gestión Ambiental y Riesgos, Nayda Veizaga, anticipó que “todo el personal de la Alcaldía va a trabajar en sus distritos con los subalcaldes, para lo cual se están formando brigadas de control y se realizarán los monitoreos en todos los barrios”.
Para el efecto, alrededor de 3.000 servidores públicos realizarán el control para evitar el encendido de fogatas en la noche del 23 de junio, considerado como la noche más fría de año. Veizaga precisó que está vigente la Ordenanza Municipal 139 que estipula una multa de hasta 1.000 bolivianos en caso de que algún vecino esté realizando el encendido de fogatas.
A su turno, el intendente municipal, mayor Miguel Rocabado, sostuvo que en los días previos se intensificarán los controles en las friales y tiendas para controlar que la venta de embutidos y aderezos sean en cumplimiento a las normativas, como es contar con el registro sanitario y sin sobrepasar la fecha de vencimiento.
“A nombre de la alcaldesa del municipio alteño, Eva Copa, iniciamos esta campaña de San Juan (…) queremos concienciar a todo el pueblo alteño a que este San Juan sea sin fogatas y sin juegos pirotécnicos para cuidar el medioambiente y así seguir evadiendo esta pandemia que estamos pasando”, recomendó el secretario municipal de Culturas y Deportes, Miguel Ángel Rimba.
El 23 de junio es considerado como la noche más fría del año y coincide con la fiesta religiosa de San Juan, donde anteriormente era una costumbre el encendido de fogatas para calentar el ambiente y la utilización de fuegos artificiales para “ahuyentar” a los malos espíritus.