La observación ciudadana saltó del rumor de las calles a las redes sociales, debido a que la esposa habría asumido un rol de “dueña de la alcaldía”, control del personal, amenaza con despidos, supervisa la parte administrativa en materia de adjudicación de obras y algunas veces reemplaza al alcalde en la entrega de obras o inauguración de algunos eventos locales.
En declaraciones a Radio Activa, explicó el pasado 13 de septiembre que junto a su esposa constituyen un “equipo familiar, primero está mi equipo familiar” puntualizó. Luego pidió a la población que “no se metan” con su familia ni intenten dañar a su esposa porque trabaja sin recibir ni un centavo a cambio.
“Quiero decirle a la población en general que mi esposa Karen Vargas siempre, siempre consulta conmigo hasta para comprar un lápiz. Mencionan que está acá (en la alcaldía) instruyendo algunas cosas, sí, pero lo hace conmigo, consulta y luego recién refiere (…); está apoyándome y quiero pedirle que no se aleje de este gobierno municipal”, manifestó.
Consultado si es evidente que su esposa influye en la contratación del personal, Ticona respondió: “sugiere, sugiere mucho en las contrataciones”, como también pueden sugerir las autoridades del Concejo Municipal y algún sector de la población.
La autoridad considera que su familia es víctima de acoso, difamación y calumnias y no descarta acudir a las instancias legales para que todas las versiones en su contra sean probadas ante las autoridades competentes.
La otra observación es que el alcalde no se abre a entregar información ni documentación publica que solicitan el Control Social, Concejo Municipal y Organizaciones Sociales, cuyas cartas nunca fueron respondidas. Este aspecto ha incrementado el malestar popular debido a la falta de transparencia y las sospechas de graves irregularidades en el manejo de los recursos públicos.
Ticona fue elegido en la fórmula que presentó el MAS para las elecciones municipales de marzo de 2021 y su gestión ha tropezado con una serie de cuestionamientos y choques con el Concejo Municipal donde la fiscalización encuentra resistencia por parte del Ejecutivo, tal como se denunció en la Rendición Pública de Cuentas efectuada los días 3 y 4 de septiembre en la comunidad Candelaria del municipio de Guanay. (Erbol).