El expresidente Evo Morales, quien renunció a su cargo el 10 de noviembre de 2019 y ya no es parte del Órgano Ejecutivo ni de ninguna instancia estatal, inauguró el pasado fin de semana vía teléfono desde Argentina, un mercado en el municipio de Entre Ríos (Tarija) donde los funcionarios municipales y de la subgobernación lo trataron como “presidente”. Al respecto, juristas identifican la comisión de –por lo menos– dos delitos penales como usurpación de funciones y sedición de parte del exfuncionario de Estado.
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