A poco de iniciar las labores escolares en el país, se escuchan diversas posiciones a favor y en contra de la implementación de la nueva malla curricular, pero un experto explica que en última instancia “será el operador de la currícula (el maestro) el que va a seleccionar los contenidos y, si es que le alcanzara el tiempo, enfatizará en estos aspectos”.
Además, serán los docentes quienes “marquen la directriz” del cómo abordarán los nuevos temas que impartirán, obviamente, de acuerdo con la finalidad educativa que tenga, pues “está en manos de los maestros que estos temas realmente se aborden con el enfoque adecuado, porque puede que a alguien se le ocurra distorsionar del enfoque que corresponde”, explicó el psicopedagogo y director de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Mario Zárate.
También dependerá mucho del tiempo que tengan, “tal vez ni siquiera aborden esos temas, porque el tiempo es un enemigo”, acotó.
Hace unos días, se compartió un fragmento del nuevo texto que el Gobierno preparó para sexto de secundaria, en él se narra hechos que vivió el país durante 2019, pero, para sectores de padres de familia, maestros, legisladores e Iglesia, ese tipo de contenido es incorrecto y hasta direccionado, porque habla de que en el país hubo golpe de Estado cuando, para otros, se vivió una sucesión constitucional. Expresaron también su rechazo al tratamiento de temas de educación sexual, entre otros.
“No se debe politizar la educación, los contenidos deben ser de acuerdo a lo que dice la historia, y la historia más adelante nos dirá qué es lo que ha sucedido verdaderamente. Se está incursionando en los textos los temas de si fue golpe (de Estado) o no. El tema de género y educación sexual que son temas que deben tratarse por personas que tienen conocimiento del caso”, indicó el presidente de padres de familia de colegios católicos privados de La Paz, Raúl Córdova.
Al respecto, el viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma, aseguró que la implementación de la temática “golpe de Estado 2019” dentro de la materia de Historia debe ser “analizada” por los docentes que apliquen la nueva malla curricular en las escuelas. Sin embargo, no explicó el por qué no se incluyó la “otra visión” de lo vivido en 2019, en los textos escolares.
“Lo cierto es que la realidad es construida por cada uno de nosotros”, sostuvo Zárate, y, “en este caso, los maestros son parte importante porque, si él está de acuerdo con ese texto, seguramente va enfatizar con videos o algún otro método más para este razonamiento, pero si no está a favor utilizará otra propuesta metodológica como el debate”.
Además, “ni los maestros ni los estudiantes son tan ingenuos como para asumir como una verdad absoluta lo que está en el texto”, dijo.
PROCESO
De acuerdo con el psicopedagogo, modificar una malla curricular depende de factores que parten desde un diagnóstico a la educación para después, con el trabajo conjunto de expertos y los actores necesarios, diseñar una nueva propuesta, hecho que, al parecer no ocurrió.
“No se ha partido de un diagnóstico real donde se explique cuál es la situación en la que se encuentra actualmente la aplicación de la ley de educación Avelino Siñani y qué elementos se tienen que incorporar de forma pertinente y permanente”, sostuvo el experto.
Lo recomendado es que cada cinco años se revise los diseños curriculares de educación, su actualización, evaluación y un diagnóstico para ver si tuvieron el impacto que esperaban los proyectistas.
En el caso de Bolivia, “que yo sepa, no hay una evaluación de cuáles son los resultados preliminares que se tengan de la Avelino Siñani, si hay una línea base (…) pero no se ha hecho una evaluación. Sin embargo, se han ido acoplando algunos parches pero no se sabe si está bien o está mal o por dónde va la propuesta educativa que tiene el mismo Gobierno”, manifestó.
Por esa situación, varios sectores se vieron “sorprendidos con los nuevos temas”, porque tampoco hubo una previa consulta general.
Zárate explicó que ningún modelo educativo, más aún una propuesta, es neutra. “Cada modelo educativo tiene fundamentos: político, filosófico, psicológico, sociológico e, incluso, algunos hablan de un fundamento epistemológico, del que se va partir para que el desarrollo de contenidos sean conceptuales, procedimentales o actitudinales”. En ese sentido, el contenido también debe cumplir criterios similares.
Entonces, el resultado de la asimilación del estudiante, dependerá mucho si el contenido es abordado a través del visionado de algunos videos, foros, debates o del contraste de posiciones que estén a favor o en contra de lo que se está planteando.
Por lo tanto, “ningún modelo educativo es neutro”, pero, en un texto guía, para un mejor análisis debería incluirse “también la otra posición (no solo el supuesto golpe de Estado)”, de esa manera, el análisis crítico estaría presente, al hacer el contraste de ambas.
Sin embargo, “los operadores definirán qué y cómo aplicar el contenido”, porque es cierto que cuando se habla de contenido básicamente se hace referencia al qué enseñar, pero eso viene acompañado del cómo y del porqué.
Lo cierto es que, con el tiempo, habrá que ver el resultado de la implementación, “porque hay asignaturas que si bien están presentes, desde primaria hasta bachillerato, no son asimiladas de la forma correcta por diversas razones. Por ejemplo, Lenguaje y escritura, que es dónde más fallas tienen los estudiantes y, eso es lo que debería priorizarse”.