La mañana de ayer, el grupo de movilizados llegó hasta la puerta del edificio central del Gobierno departamental, donde izaron la wiphala con ayuda de una escalera y tiraron huevos en las puertas en señal de protesta. Esto ocurrió mientras se desarrollaban las actividades normales dentro de la Gobernación, aunque a puertas cerradas, pues en dicho edificio se prestan diferentes servicios a la ciudadanía.
El Gobernador cruceño optó por poner paños fríos al asunto. “No debemos seguirle la idea al Gobierno que busca llevar adelante este tipo de escenarios para desviar la atención de lo importante”, expresó Camacho en declaraciones a los medios de comunicación y sostuvo que lo que se debe considerar importante es la economía, la reactivación y dar certidumbre a la población.
También comparte este punto de vista el diputado Miguel Roca, de Comunidad Ciudadana, quien resultó agredido en la plaza Murillo mientras acudía a cumplir sus funciones.
Roca sostuvo que el masismo quiere desviar la atención de temas como la marcha indígena, la aprobación de la Ley Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y otras para establecer un Estado donde no haya derecho a la propiedad.
Sobre el caso de la wiphala hay una denuncia en contra de Camacho por discriminación. En este sentido, el Gobernador sostuvo que siempre que la justicia lo cite estará presente y afirmó que no cometió ningún delito, por lo que siempre va a responder con sinceridad, honestidad y transparencia.