El libro, editado por la editorial Aguilar, que pertenece al conglomerado internacional Penguin Random House, se distribuirá durante este año en todas las capitales latinoamericanas más Tel Aviv, en Israel. En Bolivia su presentación está prevista para marzo próximo. La oficina de Penguin Random House en Buenos Aires será la encargada de exportar el texto al resto de la región.
Esa editorial, que distribuye unos 40 libros por mes en Chile, eligió a Escape a Los Andes como “libro de interés” en su estrategia de distribución. Ambos autores han sido entrevistados ya por medios de comunicación chilenos interesados en el libro. La edición para Chile es de 3.000 ejemplares.
En 517 páginas, el texto explora los pliegues de la diversidad de facetas de Hochschild, hace un recuento de su vida, sus negocios en Bolivia y en otros países de la región y la decisión que él tomó de salvar a la mayor cantidad posible de judíos de la Alemania nazi. Está escrito con las técnicas del periodismo literario y se lee como una novela.
Gracias a sus contactos, su dinero y su dedicación, quien es tenido por la historiografía boliviana solo por un explotador desalmado, salvó las vidas de miles de personas, poniendo la suya propia en peligro. Hochschild era parte de los tres Barones del Estaño, que dominaron la minería y la política boliviana en la primera mitad del Siglo XX y que han sido vilipendiados por los intelectuales y políticos de la Revolución Nacional.
“Hochschild tenía varias caras, algunas contradictorias entre sí. Por un lado era muy eficiente y podía ser amable y encantador, pero a la vez era un rudo empresario; también se casó y divorció dos veces de la misma mujer y, encima de todo, hizo una campaña para salvar a judíos”, dijo Robert Brockmann a Brújula Digital.
La vida de Hochschild, que tuvo características cinematográficas, está contada con detalle: estuvo detenido en la cárcel de San Pedro y en el tétrico cuartel Calama, luego fue secuestrado por Radepa, un grupo filonazi de los años 40. También estuvo a punto de ser fusilado por órdenes de German Busch, quien antes había sido su amigo y su socio en el plan de salvar judíos.
Los autores tomaron como base de su investigación los documentos que hace una década fueron descubiertos en el archivo de la Comibol, que demuestran el interés del empresario de salvar vidas que estaban en peligro en Europa. Pero también obtuvieron otra información primaria en forma de telegramas, cartas, memorándums y otros escritos que los autores rastrearon hasta el Archivo de la American Joint Distribution Committee, de Nueva York. Conocida como la Joint, esta institución es la que mayor documentación tiene sobre el Holocausto y las migraciones judías y resguarda una parte valiosa de la correspondencia de Hochschild y sus gerentes respecto a este tema.
Paralelamente revisaron toda la bibliografía existente sobre Hochschild y la migración de judíos que existe a disposición. Esa bibliografía estaba usualmente publicada en español, pero también en inglés y alemán y la examinaron exhaustivamente, según contaron. Y gracias a los sistemas informáticos de traducción, los autores también revisaron obras en otros idiomas.
Además, entrevistaron a dos de los tres nietos de Hochschild, con lo que lograron redondear un aspecto crucial de la vida del empresario: la difícil relación que tuvo con su único hijo, Gerardo. Y hablaron con todos los que tuvieron alguna relación con Hochschild que todavía están vivos y con los descendientes de inmigrantes judíos en Bolivia.
Con ello lograron una amplia materia prima para empezar el arduo trabajo de clasificación y ordenamiento del material y, después, de redacción.
“Teníamos tanto material que podríamos haber hecho un libro de mil páginas”, dijo Peñaranda medio en broma. “Al final, tras cinco años de investigación y redacción entregamos el manuscrito a la editorial el segundo semestre de 2022”, agregó. Recordó que este es un libro de autores bolivianos que en muchos años publica una editorial internacional.
“A través de una serie de documentos de reciente descubrimiento, de múltiples entrevistas y una acuciosa investigación, los destacados periodistas Raúl Peñaranda y Robert Brockmann publican Escape a Los Andes, donde no solo reconstruyen los esfuerzos de Hochschild por salvar al mayor número posible de judíos, sino también examinar sus enormes habilidades, las denuncias de que fue un explotador, el peligro de muerte que soportó debido a los tiempos volátiles y revolucionarios en Bolivia, y no menos importante, su extraordinaria y compleja vida amorosa y familiar”, afirma un boletín distribuido por Penguin Random House.
Agrega la editorial: “El libro revela una apasionante historia hasta ahora desconocida de cómo llegaron a Sudamérica miles y miles de refugiados judíos que fueron salvados del Holocausto”.
Penguin Random House tiene su sede principal en América Latina en Santiago de Chile y es esa oficina la que firmó un contrato con los autores y entregó un adelanto por los derechos de distribución.
Ambos autores llegaron al tema por vías diferentes. Brockmann había escrito una biografía de Germán Busch, Dos disparos al amanecer, que contiene dos capítulos sobre la figura de Hochschild. Además, Patrick de Koenigswarter, un exfuncionario del conglomerado Hochschild, le entregó material inédito sobre la vida del magnate y la empresa.
Peñaranda, por su lado, cuando en 2015 se dio a conocer que el archivo de la Comibol había hallado valiosa documentación sobre las acciones de Hochschild, pensó que podía ser material para redactar un libro. El magnífico Archivo de la Minería Nacional de Bolivia, de la Comibol, recuperó literalmente de la basura documentos de los grandes mineros del siglo XX gracias al impulsor de esa entidad, el exdirigente sindical Edgar Ramírez, hoy fallecido.
Adicionalmente, en 2017, gracias a una beca que Peñaranda obtuvo, dedicó muchas horas a extraer valiosa información sobre este tema del Museo del Holocausto en Washington DC.
No iba a pasar mucho tiempo sin que los dos autores, que son colegas y amigos, supieran de los planes mutuos y se pusieran manos a la obra.
El libro relata con detalle el aspecto nodal de la manera cómo se logró el plan de salvamento de los judíos: Hochschild logró convencer al presidente Busch de que había que abrir las puertas de Bolivia a esos migrantes. Bolivia ya había coqueteado antes con esa idea y ello facilitó el rol del magnate.
Unos 12.000 judíos llegaron a Bolivia entre 1938 y 1940 y otros 8.000, en los años inmediatamente posteriores a su finalización.