Rolando Coteja Mollo
En tiempos de desasosiego e incertidumbre, como los que vivimos actualmente, es fundamental encontrar un espacio para la reflexión. La falta de empleo y las dificultades cotidianas nos llevan a cuestionar nuestra existencia y a valorar lo que realmente importa. En este contexto, es esencial reconocer que, aunque enfrentamos desafíos significativos, también somos privilegiados por el simple hecho de estar vivos.
Cada día que pasa, nos enteramos de la pérdida de seres queridos, lo que nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de vivir con gratitud. La vida está llena de altibajos, y es en momentos como estos cuando debemos detenernos a pensar en lo que realmente cuenta. La capacidad de reflexionar sobre nuestras experiencias nos permite encontrar un sentido más profundo a nuestra existencia. Como señala el psicólogo argentino Jorge Bucay, “conócete a ti mismo” es un paso importante hacia la sanación y el crecimiento personal.
Esta idea resuena especialmente en tiempos difíciles, cuando la incertidumbre puede llevarnos a la desesperanza. La gratitud es una herramienta poderosa que podemos utilizar para enfrentar los desafíos. Agradecer por lo que tenemos, por las pequeñas cosas cotidianas y por las oportunidades que se nos presentan puede cambiar nuestra perspectiva. En lugar de enfocarnos en lo que nos falta, podemos aprender a valorar lo que ya poseemos. Esta práctica no solo mejora nuestro bienestar emocional, sino que también fortalece nuestras relaciones interpersonales y nos ayuda a construir una comunidad más solidaria.
Es importante recordar que el año 2025 debe ser visto con serenidad y esperanza. A pesar de las dificultades actuales, hay razones para ser optimistas. La resiliencia humana es notable; hemos superado crisis antes y hemos salido fortalecidos. La historia está llena de ejemplos de personas y pueblos que han encontrado formas creativas de adaptarse y prosperar en medio de la adversidad. Este espíritu de superación debe guiarnos mientras navegamos por los desafíos del presente. Además, el desempleo se ha convertido en una “pandemia” silenciosa que afecta a millones en todo el mundo.
La Organización Internacional del Trabajo ha advertido sobre el impacto devastador del desempleo en nuestras sociedades. Sin embargo, ante esta situación, es necesario adoptar una actitud proactiva. Buscar nuevas oportunidades, adquirir habilidades y reinventarnos son pasos necesarios para enfrentar esta realidad laboral cambiante. En este sentido, la educación juega un papel fundamental. Fomentar un aprendizaje continuo y adaptativo nos prepara para los cambios del mercado laboral y nos permite ser más competitivos. La reflexión sobre nuestras trayectorias educativas y profesionales puede abrir puertas inesperadas y ayudarnos a encontrar nuestro camino en un mundo incierto.
Finalmente, debemos recordar que cada día es una nueva oportunidad para crecer y aprender. La vida está llena de lecciones valiosas; cada experiencia, ya sea positiva o negativa, contribuye a nuestro desarrollo personal. Al mirar hacia el futuro con esperanza y gratitud, podemos enfrentar los desafíos con una mentalidad renovada y abierta. Así como dice el autor Mario Valdivieso Camacho: “reflexionar sobre nuestra vida es el primer paso hacia una existencia más plena”.
En este viaje llamado vida, cada uno de nosotros tiene el poder de transformar la adversidad en oportunidades. Aunque los tiempos son difíciles y la incertidumbre nos rodea, es esencial cultivar la gratitud y la reflexión en nuestras vidas. Al hacerlo, no solo encontramos paz interior, sino que también nos preparamos para enfrentar los retos del futuro con esperanza y determinación.
El autor es politólogo-abogado y docente universitario.
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