脕lvaro Riveros Tejada
Tras la reciente incursi贸n de un buque militar venezolano en una plataforma petrolera de Guyana, el gobierno de los EEUU ha advertido al r茅gimen de Maduro de posibles consecuencias, indicando que dicha acci贸n constituye una inaceptable y clara violaci贸n del territorio mar铆timo internacionalmente reconocido de Guyana. La Organizaci贸n de Estados Americanos se sum贸 a dicha advertencia, calificando el hecho, como 鈥渁ctos de intimidaci贸n del chavismo鈥.
La Guyana Esequiba, o 鈥淶ona de Reclamaci贸n鈥 para los venezolanos, comprende un 谩rea de 159.500 Km2, (casi el territorio del Uruguay) que la Rep煤blica Cooperativa de Guyana considera como parte integrante de su territorio y cuya soberan铆a es reclamada por Venezuela a nivel internacional. Por su antig眉edad, este litigio es semejante al de las Islas Malvinas. Se origina en 1777, con la jurisdicci贸n espa帽ola de la Capitan铆a General de Venezuela, donde el l铆mite de los territorios espa帽oles y holandeses era el r铆o Esequibo. En 1814 Gran Breta帽a toma posesi贸n de los territorios holandeses y en 1831 los denomina Guayana Brit谩nica, comenzando as铆 un proceso activo de colonizaci贸n hacia el Oeste. En 1844, los avances de los colonos brit谩nicos al Oeste del rio Esequibo provocaron el inicio de los reclamos de Venezuela.
Cuando en 1966 se concede la independencia de Guyana, todos los reclamos anteriores son asumidos por el nuevo Estado, firm谩ndose en Ginebra, en ese mismo a帽o, el acuerdo para que una comisi贸n mixta llegue a la resoluci贸n final y pac铆fica del conflicto. El 18 de junio de 1970 (gobierno de Rafael Caldera) se firm贸 en Trinidad el Protocolo de Puerto Espa帽a, que tendr铆a una vigencia de doce a帽os. Este periodo se venci贸 en 1982 (gobierno de Jaime Lusinchi) sin que se tenga hasta ahora ninguna soluci贸n. Actualmente el asunto de la Guayana Esequiba duerme el sue帽o de los justos, en la Secretar铆a General de las Naciones Unidas.
Esta escueta rese帽a hist贸rica expresa los argumentos v谩lidos que confieren a Venezuela un derecho justo y suficiente sobre el territorio reclamado. Si bien las negociaciones para su recuperaci贸n siempre estuvieron marcadas por un razonable af谩n de concluirlas pac铆ficamente, no fueron pocas las ocasiones donde se estuvo a punto de llegar a cruentos enfrentamientos. Tal es el caso de 1968, donde hacendados y campesinos amerindios, liderados por dos hermanos de origen norteamericano, se rebelaron contra las autoridades al frente de un movimiento independentista, que contaba con el encubierto apoyo venezolano. Algunos polic铆as guyaneses fueron muertos y heridos inicialmente en la toma de un puesto policial. La Fuerza de Defensa de Guyana concurri贸 r谩pidamente para reprimir a los sublevados, quienes huyeron a Venezuela sin oponer resistencia.
Ahora bien, un com煤n denominador que caracteriza a los dictadores, sean estos militares o paramilitares, es su vocaci贸n expansionista, especialmente cuando se trata de enfervorizar a sus pueblos, despertando en ellos sentimientos nacionalistas que sean utilizados como 鈥減iedra de toque鈥 para la unidad de sus naciones y la recuperaci贸n de una popularidad perdida. Es all铆 donde la similitud del caso venezolano 鈥 guyan茅s con el de las islas Malvinas se hace m谩s pat茅tico. Recordemos c贸mo Leopoldo Fortunato Galtieri, un aut贸crata que llev贸 a la Argentina a uno de sus m谩s dram谩ticos desenlaces b茅licos, solo por mantener el r茅gimen dictatorial que ya hab铆a tocado fondo. Una situaci贸n similar podr铆a llevar a Maduro a invadir la Guyana, azuzado por la dictadura cubana y el solapado respaldo militar de Rusia, creando un nuevo foco de convulsi贸n en el continente, dirigido a desviar la atenci贸n de norteamericanos e ingleses de su participaci贸n en el conflicto ucraniano. Algo similar a lo que ocurri贸 cuando Hussein ocup贸 Kuwait o Galtieri, en lo que ahora ser铆a la guerra de las Malvinas venezolanas.