En julio de 1946 se acuñó un lema que fue muy famoso por aquellos años. “La Paz cuna de la libertad y tumba de tiranos”. Una emisión de estampillas con esa frase constituye hasta hoy una de las serias filatélicas más raras y más apreciadas entre los especialistas. Hay que dudar, sin embargo, de que la concepción de libertades públicas haya realmente echado raíces profundas en una sociedad que desde hace siglos exhibe muestras de autoritarismo practicado cotidianamente.
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