Katia Uriona, quien hasta ayer fue presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), renunció de forma irrevocable a su cargo como vocal mediante una carta que envió a la Asamblea Legislativa con¨el argumento que su decisión se debió a que la entidad colegiada llegó a “un nivel de estancamiento en la toma de decisiones referida a temas fundamentales”.
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