Los departamentos de Tarija, Chuquisaca, Cochabamba, Santa Cruz, Beni y La Paz están declarados en alerta con prioridad naranja, porque tendrán temperaturas elevadas hasta el miércoles y condiciones altamente favorables para la expansión de focos de calor.
La información fue proporcionada por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), que determinó que en esas regiones se registrarán entre 36 y 41 grados centígrados.
El departamento de Santa Cruz será el más afectado, pues las temperaturas elevadas se sentirán en sus provincias Andrés Ibáñez, Warnes, Ichilo, Sara, Santistevan, Chiquitos, Guarayos, Ñuflo de Chávez, Velasco, Ángel Sandoval, Germán Busch y Cordillera.
En el caso de Beni se tendrá el calor extremo en las provincias Marban, Moxos, Cercado, Iténez y Mamoré, así como en el sur de las regiones Yacuma y Ballivián.
En el departamento de Tarija se tendrá la ola de calor en las provincias O’Connor y Gran Chaco, mientras que en Chuquisaca se sentirá en la provincia Luis Calvo.
La Paz tendrá las temperaturas elevadas por la zona norte de la provincia Abel Iturralde. En Cochabamba se elevará el calor en el caso de la provincia Chapare.
La Gobernación de Santa Cruz tomó sus previsiones sobre el tema y declaró a su jurisdicción en alerta roja, porque sus temperaturas podrían llegar incluso a cerca de 45 grados centígrados.
El responsable del Sistema de Información y Comunicación de la Gobernación de Santa Cruz, Julio César Claure, informó el viernes pasado que se tiene previsto que la Chiquitania será la zona más afectada por un calor intenso, porque tendrá temperaturas entre los 26 y los 44 grados centígrados.
En los valles cruceños se registrará entre los 20 y los 35 grados centígrados. La ciudad de Santa Cruz tendrá de 26 a 39 grados centígrados, de acuerdo con Claure.
Las altas temperaturas son propicias para la propagación de focos de calor, porque habrá menos humedad en el medio ambiente, además de que podrían registrarse vientos fuertes.
Los departamentos de Beni y Santa Cruz enfrentan el problema de una alta cantidad de focos de calor e incluso incendios que provocaron la pérdida de más de cuatro millones de hectáreas de foresta, junto con otros daños a bienes inmuebles y cultivos.
La población puede recurrir a varias medidas preventivas para evitar los efectos del calor extremo, entre ellas la hidratación permanente, permanecer en lugar con sombra y evitar la exposición a los rayos solares por tiempo prolongado.